Entidades latinoamericanas denuncian restricciones para votar en Texas, Estados Unidos
A principios de agosto, nueve policías texanos allanaron la casa Lidia Martínez, una octogenaria texana, activista de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) que defiende los derechos civiles de la población latina en Estados Unidos. Fue un registro policial basado en sospechas de infracción a las leyes electorales, pero que la organización LULAC califica de maniobra para intimidar a los activistas latinos que ayudan a los mayores a votar por correo.
A principios de agosto, nueve policías texanos allanaron la casa Lidia Martínez, una octogenaria texana, activista de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) que defiende los derechos civiles de la población latina en Estados Unidos.
Fue un registro policial basado en sospechas de infracción a las leyes electorales, pero que la organización LULAC califica de maniobra para intimidar a los activistas latinos que ayudan a los mayores a votar por correo.
A finales de agosto además, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció la eliminación de cerca de un millón de personas del padrón electoral. Muchas de ellas habían fallecido o se habían mudado. Y solo 6.500 de ellas no poseían la ciudadanía. Un dato que el gobernador conservador utilizó para agitar el espectro de un supuesto voto ilegal de migrantes.
“Básicamente, este es otro atento de parte del gobernador y del fiscal general de intimidar, para que la gente no salga a votar, especialmente la población latinoamericana”, explica a RFI el abogado texano Domingo Garcia, expresidente de LULAC.
“Aquí en Texas ya somos la mayoría de la población por la primer vez desde 1840 y pienso que ellos andan asustados, tienen miedo del poder y el voto latino en Texas, que posiblemente los pueda sacar del poder. Estas tácticas del gobernador de decir que vamos a quitar un millón de votantes cuando la realidad es que en un 99% es gente que murió, no es nada. En cuanto a los otros, dicen que son ilegales cuando no hay ninguna prueba. No ha habido ningún caso de una persona indocumentada registrándose para para votar y que vote. Es absurdo si lo piensas, pero es la mentira que dice el gobernador Abbot y también el candidato Donald Trump”, asegura.
Las organizaciones que defienden los derechos civiles acusan con frecuencia al gobernador de Texas y de otros Estados. De querer obstaculizar el voto de los latinos, de la población más pobre.
“Lo han hecho difícil para votar. Por ejemplo, yo vivo en la ciudad de Dallas, Texas, pero si yo voy a San Antonio, Texas, o voy a Houston, Texas, y registro alguien a votar a mi tío, a mi tía, a mi abuelito, entonces cometo un crimen porque no vivo en Houston. Eso es absurdo, no pasa en California, no pasa en Nueva York. Si yo le ayudo a mi abuelita a llenar el Boleto porque no ve bien o no puede mover la mano, no puede firmar, yo cometo una felonía que lleva de 2 a 20 años en la cárcel por ayudar a un anciano a votar. Ese tipo de prácticas es lo que estamos viendo”, denuncia.
Una reforma de Texas de 2021 llamada SB1 eliminó además el voto desde el automóvil, y redujo los horarios de apertura de los centros de votación.
“Hace 4 años para atrás, dejaron las urnas abiertas 12 horas para la gente que trabaja, que podía ir a votar temprano o tarde. Ahora solamente hay ocho horas de votaciones, otra vez limitando a la gente obrera de ir a votar porque mucha gente no puede salir a votar y el Partido Republicano sabe eso y por eso pone esas restricciones”.
La Ley SB1 que restringe el acceso al voto fue impugnada en un tribunal federal por organizaciones defensa de los derechos civiles y está pendiente de una resolución.