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Mandatarios de UE abordan migración y Ucrania en cumbre en el Reino Unido

El recién electo primer ministro británico Keir Starmer recibió a unos 45 mandatarios en una grandiosa casa solariega inglesa para abordar los temas de migración, seguridad energética y la amenaza de Rusia, en un esfuerzo por restaurar las relaciones entre el Reino Unido y sus vecinos.

El primer ministro británico, Keir Starmer, a la derecha, habla durante la primera sesión plenaria con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy en el palacio de Blenheim, Woodstock, ayer.

El primer ministro británico, Keir Starmer, a la derecha, habla durante la primera sesión plenaria con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy en el palacio de Blenheim, Woodstock, ayer.(AP Foto/Kin Cheung, Pool)

Jefes de gobierno de toda Europa expresaron su apoyo a Ucrania y su preocupación por la dirección de Estados Unidos el jueves en una cumbre centrada en la seguridad, empañada por la duda de si Washington seguirá siendo un aliado confiable si Donald Trump gana una segunda presidencia.

El recién electo primer ministro británico Keir Starmer recibió a unos 45 mandatarios en una grandiosa casa solariega inglesa para abordar los temas de migración, seguridad energética y la amenaza de Rusia, en un esfuerzo por restaurar las relaciones entre el Reino Unido y sus vecinos de la Unión Europea cuatro años después de su agrio divorcio.

El lugar donde se celebra la cumbre de la Comunidad Política Europea, el Palacio de Blenheim, fue el lugar de nacimiento del primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, y Starmer señaló que los mandatarios se estaban reuniendo “en un momento en que se avecina una nueva tormenta sobre nuestro continente”.

“Nuestra primera tarea aquí hoy es confirmar nuestro firme compromiso por Ucrania, unirnos una vez más en torno a esos valores que atesoramos y reiterar que enfrentaremos juntos la agresión a este continente”, dijo, añadiendo que la amenaza de Rusia “llega a toda a Europa”.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy era un invitado clave de la reunión, que pretende recabar apoyos en Europa para la defensa de su país y discutir formas de defender la democracia. El Reino Unido acusa a Moscú de intentar socavar las democracias europeas con ciberataques, desinformación y sabotaje.

Otros que hicieron el viaje al Palacio de Blenheim, una mansión de campo barroca a 100 kilómetros (60 millas) al noroeste de Londres, fueron el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el primer ministro polaco Donald Tusk y el secretario general de la OTAN, Jens. Stoltenberg. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no acudió, en un momento en que buscaba asegurar un segundo mandato en el Parlamento Europeo, el cual obtuvo mientras la cumbre estaba en marcha.

Es la cuarta reunión de la CPE, una iniciativa de Macron. Se formó en 2022 como un foro para reunir a los países dentro y fuera del bloque de la UE de 27 miembros luego que la invasión rusa de plena escala en Ucrania destruyera la sensación de seguridad europea. Las reuniones previas del grupo se han celebrado en la capital checa, Praga; en Chisinau, Moldavia, y en Granada, España.

El gobierno de centroizquierda de Starmer intenta reconstruir los lazos con la UE debilitados tras años de hostil regateo por los términos de divorcio del Brexit. Una prioridad es un acuerdo de seguridad entre Reino Unido y la UE que Starmer espera cerrar pronto.

“Confiamos en que se abra un nuevo capítulo con el Reino Unido”, dijo a su llegada el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

un rol mÁs activo

Starmer dijo que el Reino Unido planea asumir un papel más activo en el escenario mundial, especialmente respecto a la lucha de Ucrania contra la invasión rusa y las bandas de traficantes de personas que organizan la migración irregular.

Les dijo a los demás mandatarios que bajo su gobierno, el Reino Unido será “un amigo y un socio, listo para trabajar con ustedes, no parte de la Unión Europea, pero sí parte de Europa”.

Añadió que bajo su mando “nunca nos retiraremos del Convenio Europeo de Derechos Humanos” —algo con lo que el anterior gobierno conservador británico había coqueteado, para alarma de los aliados europeos del Reino Unido.

Londres tiene previsto trabajar más de cerca con la agencia policial europea Europol contra el tráfico de personas, dentro de sus medidas para reforzar la seguridad fronteriza tras la decisión de Starmer de retirar el plan polémico y sin aplicar de los conservadores para enviar a los migrantes que llegan en bote al Reino Unido en un viaje de ida a Ruanda.

Starmer instó a las naciones europeas a cooperar contra “el vil comercio del tráfico de personas”.

“Seamos francos: ‘desafío’ es la palabra equivocada”, dijo. “Creo que ahora es una crisis. Debemos combinar nuestros recursos, compartir inteligencia, compartir tácticas, cerrar las rutas del tráfico y acabar con las pandillas”.

Starmer ofrecerá una cena para Macron el jueves por la noche, donde ambos discutirán qué más se puede hacer para evitar que miles de inmigrantes realicen cada año peligrosas travesías a través del Canal de la Mancha desde Francia.

Cuando el Reino Unido aceptó este año celebrar la cumbre de un día, el primer ministro era el líder conservador Rishi Sunak. Su derrota en unas elecciones el 4 de julio determinó que Starmer recibía a los jefes de gobierno en el palacio de Blenhein —una ocasión clave para conocer mejor al nuevo premier británico.

Los delegados gozaron de la hospitalidad británica —incluyendo fresas con crema en una recepción ofrecida por el rey Carlos III— y conversaron informalmente en una “sala de líderes” y en los jardines del palacio.

Muchos comentarios se desviaron hacia Estados Unidos, donde el intento de asesinato del fin de semana contra Trump, el candidato presidencial republicano, puso en evidencia lo febril y polarizada que se ha tornado la política estadounidense previo a las elecciones del 5 de noviembre.

Hace mucho que el escepticismo de Trump sobre la OTAN preocupa a los aliados de Estados Unidos. La designación del senador JD Vance, que se opone a la ayuda militar estadounidense a Ucrania, como candidato a vicepresidente, ha agravado los reparos.

Políticos y funcionarios presentes en la cumbre subrayaron la necesidad de que Europa demuestre que está tomando medidas para proteger su propia seguridad.

“Los países europeos deben alzarse sobre sus propios pies más que nunca”, subrayó el primer ministro de Holanda, Dick Schoof.

Otros mandatarios reiteraron esa postura, a excepción del primer ministro húngaro prorruso Viktor Orbán, que ha causado enojo a otras naciones de la UE por una serie de reuniones no anunciadas sobre Ucrania con jefes de gobierno extranjeros, entre ellos el presidente ruso Vladímir Putin.

Orbán dijo que una victoria de Trump será “la mejor noticia para todo el mundo, porque es un hombre del pueblo”.

Zelenskyy pareció referirse a Orbán cuando instó a las naciones europeas a permanecer unidas.

“Si alguien quiere hacer algunos viajes a la capital de la guerra para hablar y tal vez prometer algo en contra de nuestros intereses comunes, o a expensas de Ucrania u otros países, entonces ¿por qué deberíamos considerar a esa persona?” dijo Zelensky. “La UE y la OTAN también pueden abordar todos sus problemas sin este individuo”.