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El huracán Beryl de debilita a categoría dos en su camino hacia México
Se espera que el huracán impacte territorio mexicano entre la noche de este jueves y la madrugada del viernes.
El huracán Beryl se debilitaba este jueves en su camino hacia México, que ultima un operativo de emergencia para enfrentar a la tormenta que ha dejado hasta ahora siete muertos a su paso por el Caribe.
Beryl se debilitó la mañana de este jueves y ahora es un huracán categoría dos sobre una escala de cinco, con vientos máximos sostenidos de 175 km/h y un desplazamiento de 30 km/h, según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Se espera que el huracán impacte territorio mexicano entre la noche de este jueves y la madrugada del viernes.
La tormenta se ubica a 445 km de Tulum, un destino turístico a unas dos horas del popular balneario de Cancún, mientras se aleja de las Islas Caimán, a donde llegó como un huracán categoría 3.
El gobierno mexicano ordenó la suspensión de actividades a partir de las 4:00 de la tarde locales en Tulum y las localidades de Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, en Quintana Roo, la zona por donde impactará principalmente la tormenta.
Además, suspendió clases en Quintana Roo y el vecino estado de Yucatán, y habilitó refugios tanto para la población local como los turistas.
En Cancún, un destino preferido por turistas internacionales, diversos negocios y hoteles taparon sus ventanas con madera mientras miembros de la Marina recorrían las calles. En días previos pobladores se volcaron a las tiendas para aprovisionarse de víveres y otros productos básicos.
"Hasta el momento estamos tranquilos, (los turistas) han cancelado varios viajes", dijo a la AFP Daniel, un taxista de Cancún.
Doble impacto en México
El gobierno mexicano estima que Beryl impactará las costas mexicanas como un huracán categoría 1 y se desplazará sobre la Península de Yucatán para posteriormente ingresar al Golfo de México.
Se prevé que tome fuerza en el mar para entrar de nuevo a territorio mexicano en el norteño estado de Tamaulipas, limítrofe con Estados Unidos.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo más temprano que se está preparando también un plan de contingencia para esa zona.
Beryl es el primer huracán de la temporada del Atlántico, que va de principios de junio a finales de noviembre, e impresionó a los expertos por la intensidad que adquirió a lo largo del fin de semana.
Los servicios meteorológicos estadounidenses lo clasificaron temporalmente como de categoría 5, lo que lo convirtió en el huracán de esta categoría más precoz jamás registrado.
Los científicos creen que el cambio climático, al calentar las aguas del océano, favorece estas tormentas, y aumenta las probabilidades de que se intensifiquen rápidamente.
Daños en el Caribe
Beryl ya ha dejado al menos siete muertos a su paso con tres fallecidos en Granada, donde la tormenta tocó tierra el lunes; uno en San Vicente y las Granadinas y tres en Venezuela, según las autoridades locales.
En las Islas Caimán se reportaron cortes de energía e inundaciones por el paso de la tormenta, mientras las autoridades pedían a la población que permaneciera en sus casas, según la prensa local.
A su paso por Jamaica, Beryl dejó a más de 400,000 habitantes sin electricidad el miércoles.
El Rey Carlos III, quien es monarca de varias naciones caribeñas, se dijo "profundamente entristecido" por la destrucción que dejó la tormenta, según un comunicado emitido este jueves por el Palacio de Buckingham.
El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, declaró que la isla de Carriacou quedó casi aislada, con casas, telecomunicaciones e instalaciones de combustible arrasadas.
Su homólogo de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, declaró que "90% de las casas" quedaron destruidas en la isla de Unión y advirtió que la reconstrucción iba suponer un "esfuerzo hercúleo".
La Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) advirtió a finales de mayo que la temporada se perfilaba extraordinaria, con la posibilidad de cuatro a siete huracanes de categoría 3 o más.
Estas previsiones están relacionadas, en particular, con el desarrollo previsto del fenómeno meteorológico de La Niña, así como con temperaturas muy elevadas en el océano Atlántico, según la NOAA.