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Israel bombardea Gaza y las tensiones siguen en aumento en la frontera con Líbano

Testigos informaron de bombardeos en Rafah, una ciudad del sur de Gaza, y en zonas del centro del territorio palestino.

El humo sube tras un ataque aéreo israelí en Rafah, sur de la Franja de Gaza, el viernes 31 de mayo de 2024

El humo sube tras un ataque aéreo israelí en Rafah, sur de la Franja de Gaza, el viernes 31 de mayo de 2024Abdel Kareem Hana/AP

El ejército israelí bombardeó el viernes la Franja de Gaza, donde parece que las posibilidades de alcanzar una tregua con el movimiento islamista palestino Hamás vuelven a estancarse, al tiempo que crecen las tensiones en la frontera norte de Israel con Líbano.

Testigos informaron de bombardeos en Rafah, una ciudad del sur de Gaza, y en zonas del centro del territorio palestino.

En el hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, varios hombres rodeaban el cadáver de un niño de 11 años que murió en un bombardeo en el cercano campo de refugiados de Bureij.

El ejército israelí indicó que sus tropas prosiguieron sus operaciones en el centro de Gaza, y precisó que sus aviones de combate habían alcanzado una célula de milicianos en la zona de Zeitun.

Testigos en Rafah reportaron disparos de helicópteros en el oeste y el centro de la ciudad, mientras que el brazo armado de Hamás declaró que sus combatientes dispararon granadas de mortero contra las tropas israelíes cerca del barrio de Tal al Sultan.

La guerra se desencadenó el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamás mataron a 1.194 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a otras 251 en el sur de Israel, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes.

El ejército israelí estima que 116 rehenes siguen cautivos en Gaza, aunque 41 de ellos estarían muertos.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ha dejado al menos 37.266 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás desde 2007.

Escalada regional

El temor a que el conflicto se extienda al resto de Oriente Medio resurgió con los recientes disparos de cohetes y drones del movimiento libanés Hezbolá, apoyado por Irán y aliado de Hamás, contra objetivos militares israelíes.

Hezbolá afirmó que estos ataques, que inició el miércoles, son en represalia por un ataque israelí que mató a uno de sus comandantes el martes.

Las sirenas sonaron el viernes por la mañana en el norte de Israel, donde la policía indicó que cayeron municiones en la zona de Kiryat Shemona, sin reportar víctimas.

El ejército declaró que "aproximadamente 35 proyectiles fueron identificados cruzando desde Líbano" y que algunos fueron derribados mientras que otros causaron incendios.

Las fuerzas israelíes indicaron haber respondido con bombardeos de artillería y ataques contra "infraestructuras terroristas de Hezbolá" al otro lado de la frontera.

Dos mujeres murieron en el bombardeo de una casa en Janata, en el sur de Líbano, según Hassan Shur, funcionario de la localidad.

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó el jueves que su país y Estados Unidos trabajarían por separado con las autoridades israelíes y libanesas para aliviar las tensiones.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, rechazó la iniciativa, censurando las "políticas hostiles contra Israel" por parte de Francia, que el mes pasado prohibió la participación de empresas israelíes en una feria de comercio de armas.

Sin embargo, un portavoz de la oficina del primer ministro israelí y altos funcionarios de la cancillería afirmaron que estas declaraciones no reflejan la postura del gobierno.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, declaró esta semana que "la mejor manera" de terminar con los habituales enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí es "resolver el conflicto en Gaza y alcanzar un alto el fuego".

Entrada "sin trabas" de ayuda

Desde la cumbre del G7 en Italia, el presidente de Estados Unidos Joe Biden afirmó que Hamás sigue siendo "el mayor obstáculo" para alcanzar un acuerdo que permita declarar una tregua y liberar a los rehenes en manos del movimiento palestino.

El grupo exige la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza y un alto el fuego permanente, requisitos que Israel rechaza.

Biden presentó a finales de mayo una nueva propuesta de acuerdo, que incluye un alto el fuego de seis semanas, el canje de rehenes por presos palestinos y la reconstrucción de Gaza.

Blinken afirmó que Israel apoya el plan, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno cuenta con miembros de extrema derecha que se oponen firmemente al acuerdo, aún no lo respaldó públicamente.

Además de la ofensiva militar, los gazatíes se enfrentan a la falta de suministros debido al asedio de Israel.

El Programa Mundial de Alimentos declaró que "con la anarquía dentro de la Franja (...) y el conflicto activo", resulta "casi imposible suministrar un nivel de ayuda que satisfaga las crecientes demandas sobre el terreno".

"Más que nada, la gente quiere que esta guerra termine", afirmó Carl Skau, director ejecutivo adjunto de esta agencia de la ONU, en un comunicado tras una visita de dos días a Gaza.

En una declaración emitida el término de la cumbre del G7, los líderes del grupo instaron al "paso rápido y sin trabas de la ayuda humanitaria para los civiles necesitados", y afirmaron que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) debe poder trabajar sin impedimentos en Gaza.

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