35 años después de la sangrienta represión primaveral registrada en China
Si hay algo que no ha cambiado desde hace 35 años en China es la movilización del aparato de seguridad pública, fines de semana y días festivos incluidos, en vísperas del 4 de junio.
El pretexto era una visita a la tumba del poeta Dai Wangshu. Ni hablar. En las entradas del gran cementerio de Wan'nan, al noroeste de Pekín, los policías se han instalado bajo grandes paraguas. “No podemos pasar”, explica un empleado del cementerio, al que suelen acudir las llamadas “madres de Tiananmen”, que perdieron a su hija o hijo durante la represión de la Primavera de Pekín.
“El lugar ha entrado en su periodo de protección”, dice. “Durante al menos tres días se reforzará la vigilancia en los accesos. Es así todos los años a principios de junio. Todo el cementerio está vigilado. La policía y los funcionarios patrullan. Es así todos los años”.
Controles más estrictos
Más allá del eslogan, el “mantenimiento de la estabilidad” en Pekín en los días previos al aniversario prohibido se refleja también en controles más estrictos en el distrito universitario.
En el distrito de Haidian, un poco más al este, algunos profesores han dado instrucciones, dice con una risa avergonzada esta estudiante, una de las pocas que se atreve a hablar sobre el tema.
“Nuestro profesor celebró una reunión no hace mucho, advirtiéndonos que no causáramos problemas en los próximos días. Probablemente también haya más guardias en el campus”, dice.
Redes sociales vigiladas
Evidentemente, esta vigilancia reforzada también se aplica a las redes sociales, donde cualquier palabra clave asociada a los acontecimientos de 1989 despierta inmediatamente las tijeras de la censura.
Este martes 4 de junio, o “35 de mayo” como lo han bautizado quienes desean eludir la amnesia colectiva impuesta por los filtros de censura, la función de chat de populares juegos en línea como “Honnor of King”, “Identity V” y “Three Kingdoms online” permanecerá desactivada durante todo el día.