Mexicanos protestan frente a Embajada de Ecuador y exigen respeto

Mexicanos protestaron sin incidentes este sábado frente a la Embajada de Ecuador en Ciudad de México para exigir respeto a la soberanía del país y rechazar el intervencionismo, luego del asalto al recinto diplomático mexicano en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, que provocó el rompimiento inmediato de las relaciones entre México y Ecuador.

Los manifestantes se posicionaron en contra de la invasión por policías de la Embajada de México en Quito, la capital de Ecuador, y advirtieron que no se permitirá la violación de la soberanía del país.

La noche de este viernes miembros de la Policía de Ecuador ingresaron al recinto consular para aprehender a Glas, quien había recibido asilo político por el Gobierno mexicano y se encontraba desde diciembre pasado en la Embajada mexicana, lo que también consideraron como un acto intervencionista.

Esto provocó que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenara el rompimiento inmediato de las relaciones diplomáticas con Ecuador, mientras que el Gobierno mexicano ha anticipado que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al Derecho Internacional.

Refuerzan seguridad y bajan bandera de Ecuador

El recinto diplomático de Ecuador estuvo resguardado desde la noche del viernes, cuando México rompió relaciones diplomáticas con la nación sudamericana, al asumir violaciones al derecho internacional, en específico, la Convención de Viena.

La Embajada ecuatoriana en la capital mexicana estuvo rodeada de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y en el transcurso de este sábado se incrementó su protección con vallas metálicas a su alrededor y mayor presencia de elementos y vehículos oficiales.

La bandera de Ecuador, que estaba al interior de la Embajada ecuatoriana, fue retirada de su mástil, mientras los manifestantes a su llegada pudieron ondear banderas mexicanas en su exterior durante la protesta.

Entre los gritos de los mexicanos que acudieron a esta protesta se podían escuchar reproches al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien habría respaldado la irrupción por policías a la Embajada mexicana.

“Noboa, marrano, México es soberano”; “Noboa, infeliz, respeta mi país”; "Ecuador, hermano, te gobierna un tirano"; "Ecuador sí, Noboa no", eran algunas de las consignas que gritaban al unísono los manifestantes mexicanos.

Entre los asistentes el llamado a la solidaridad fue el de mayor resonancia, al tiempo del rechazo a una intervención par parte de las autoridades ecuatorianas a un recinto diplomático de México.

México tiene una historia larga de ser un país de puertas abiertas, la solidaridad no se puede acotar, la solidaridad no se puede criminalizar como lo han hecho Ecuador en nuestra embajada, esa agresión es una intervención y decirle al Gobierno de Ecuador que a México se le respeta”, dijo Alina, una de las manifestantes.

Los asistentes a la convocatoria también reprocharon las afectaciones al personal diplomático de la Embajada mexicana durante la irrupción al recinto y enfatizaron que sienta un "precedente muy grave en las relaciones internacionales que no se puede permitir", según dijo Alejandro Torres, otro de los manifestantes.

Abundó que no solo representa una afrenta para México, sino para todas las naciones que tienen una representación diplomática y que han suscrito la Convención de Viena, así como un reto a la tradición diplomática de México de dar refugio a perseguidos políticos en Latinoamérica.

Piden evitar confrontaciones y evadir el acoso

Antes, el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció los mensajes de solidaridad de mandatarios, dirigentes y organizaciones civiles de México y distintos países, por lo que calificó como un “penoso asunto”, mientras pidió a los mexicanos no caer en provocaciones y evadir el acoso.

Lo mismo pidió antes la secretaria de Gobernación de México, Luisa María Alcalde, quien exhortó a no acudir a la embajada ecuatoriana, a fin de evitar provocaciones o violencia tras el rompimiento de las relaciones diplomáticas con aquel país.