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Muerte de latinos en colapso de puente en Baltimore resalta rol de trabajo en Estados Unidos

Seis trabajadores oriundos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras fueron las únicas víctimas fatales de la caída el martes del puente Francis Scott Key, en el puerto de Baltimore.

Esta fotografía obtenida de la Guardia Costera de EE. UU. el 31 de marzo de 2024 muestra barcazas grúa cerca del puente Francis Scott Key colapsado en el río Patapsco, en Baltimore, Maryland, el 30 de marzo de 2024.AFP

La muerte de seis obreros latinos en el derrumbe esta semana del puente de Baltimore realza el contraste entre el papel que juegan los inmigrantes para mantener a Estados Unidos en marcha y el discurso de Donald Trump que los caracteriza como "invasores" y "criminales".

"Los migrantes vienen por empleos que se sabe que los americanos no quieren", dijo Luis Vega, activista y extrabajador de la construcción.

"¿Quién quiere andar limpiando los cuartos de hotel? ¿Quién quiere andar en el sol? ¿Quién quiere estar en el campo trabajando?", cuestionó.

Seis trabajadores oriundos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras fueron las únicas víctimas fatales de la caída el martes del puente Francis Scott Key, en el puerto de Baltimore.

Junto a otros dos obreros que lograron sobrevivir, estos hombres se encontraban reparando baches en el puente que se desmoronó al ser impactado por un carguero.

"Los inmigrantes hacemos el trabajo", dijo el jueves a MSNBC Tom Perez, director de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca.

"Y eso fue lo que hicimos hace un par de noches, las seis personas que fallecieron y los dos que sobrevivieron. Esto es Estados Unidos: los inmigrantes reparando los baches", aseveró.

La noticia sacudió a la comunidad hispana en Estados Unidos, en momentos en que líderes políticos como el expresidente Trump, en campaña contra el demócrata Joe Biden por la Casa Blanca, abogan por mayores restricciones a los inmigrantes, a quienes repetidamente tildan de delincuentes que deben ser expulsados del país.

"Es triste porque el expresidente no ve que tanto daño envenena a la gente. (...) Los terroristas no entran por la frontera, entraron por avión con visa", dijo Vega, quien fue uno de los rostros de una campaña promigración en Arizona en 2010 que contó con el apoyo de figuras como la cantante Shakira, la modelo Vanessa Bryant y el pelotero Sergio Romo.

"En 2020, cuando tuvimos la pandemia del covid, a los indocumentados el expresidente [Trump] los acusó de criminales, narcotraficantes, violadores, de todo", deploró.

"Los inmigrantes son los que sacaron adelante a Estados Unidos, porque con covid nadie quería trabajar físicamente, estar con otra persona. Entonces ¿quién hacía el trabajo? ¿La limpieza en los hospitales? ¿Los alimentos? Los inmigrantes, ellos expusieron la vida", insistió.

Alto riesgo

Los inmigrantes son extremadamente vulnerables a la explotación. Cumplen con extensas jornadas, en condiciones precarias y a cambio de salarios bajos, sostuvo Javier Galindo, un contratista basado en Tucson, Arizona, quien comenzó a trabajar en la construcción a los 14 años.

"En los techos nunca vas a ver a un blanco (trabajando), que es lo que me ha tocado (hacer) a mí", dijo Galindo.

"Por lo general son trabajos que hacen los inmigrantes que vienen desde México y que siempre son riesgosos", añadió.

En estados como Arizona, donde el salario mínimo por hora es de 14,35 dólares, los obreros reciben entre 80 y 100 dólares por día.

"Y sabes a qué hora entras, pero no a la que sales", apuntó Galindo.

La constante necesidad económica, refuerza Vega, obliga a los inmigrantes a aceptar estos empleos en sectores riesgosos, con factores que pueden ser letales, como las altas temperaturas.

De acuerdo con cifras oficiales, los inmigrantes latinos constituían 8.2% de la fuerza laboral de Estados Unidos en 2021, pero representaban 14% de las muertes en el lugar de trabajo.

Los accidentes fatales se dispararon además 42% entre 2011 y 2021, al pasar de 512 a 727.

Galindo sostiene que en su región la construcción depende enteramente de inmigrantes, con los indocumentados en un rol clave.

"Falta mucha mano de obra", dijo el contratista de 48 años, cuya actividad se vio fuertemente afectada por el cierre de fronteras durante la pandemia del covid, y que, al igual que Vega, defiende la legalización de los trabajadores.

Es un sentimiento compartido en el sector.

"Si nada más contratáramos a personas con papeles, la verdad es que nos iría muy mal", dijo otro contratista de Arizona sin identificarse para evitar represalias. "Desafortunadamente no podríamos construir lo que se está construyendo en esta ciudad si no fuera por los trabajadores indocumentados".