Miles de árabes israelíes piden en las calles el fin de la guerra en Gaza
Miles de árabes israelíes marcharon este sábado en Deir Hanna, en el norte de Israel, para pedir el fin de la guerra en Gaza, en una marcha que conmemora la ruda represión en 1976 contra las protestas por la confiscación de tierras.
El 30 de marzo se conmemora el Día de la Tierra en recuerdo de la muerte de seis manifestantes árabes que se opusieron a la confiscación de sus tierras por las autoridades israelíes en 1976.
Los manifestantes marcharon junto a miembros árabes del Parlamento israelí, con banderas palestinas en mano, muchos de ellos portando una kufiya tradicional y con pancartas con el mensaje "Alto a la guerra en Gaza".
En la marcha también participaron algunos grupos de judíos que sostenían afiches en hebreo con consignas como "Los judíos y árabes se niegan a ser enemigos".
Eyal, un activista judío israelí de 33 años, contó que asistió a la manifestación por solidaridad con los árabes.
"Exigimos el fin de las masacres del gobierno israelí en Gaza y el fin de la guerra en Gaza", afirmó, pidiendo ser identificado solamente con su nombre de pila.
Los árabes israelíes son los miembros o los descendientes de la población árabe que vivió en la zona palestina durante el mandato británico. Tras la primera guerra árabe-israelí quedaron en territorio de Israel, cuando se fundó el Estado en 1948.
Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, en el país hay 2 millones de árabes, un 21% de la población. Estas cifras incluyen a la población de Jerusalén Este, una zona anexada por Israel, que no cuenta con el reconocimiento de la ONU.
Máquina de la muerte
"Han pasado 48 años (...) la máquina de la muerte (...) y los intentos de borrar nuestra identidad nacional y de robarnos nuestras tierras siguen", lamentó Said Husein, alcalde de Deir Hanna, durante un discurso en la principal plaza de la ciudad.
El edil denunció una marginalización de los árabes israelíes por parte de las autoridades de Israel y criticó las "leyes racistas" que buscan un "desplazamiento programado" de los beduinos árabes de desierto del Néguev.
"Nos enfrentamos a una serie de desplazamientos y represión, y somos los supervivientes de nuestro pueblo desplazado", lamentó Mohamed Barakeh, un representante de una comunidad árabe israelí.
"Esta carne que arde en Gaza es nuestra carne, y las mujeres heridas en Gaza son nuestras hermanas", dijo, denunciando un "genocidio" en el territorio palestino.
Las manifestaciones fueron autorizadas el viernes en la ciudad árabe de Shefa Amr, en el norte de Israel, por primera vez desde el inicio de la guerra. La localidad alberga gran parte de la minoría árabe de Israel.
El conflicto se desencadenó tras el ataque del movimiento palestino Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, en el que los comandos islamistas mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en fuentes israelíes.
Los islamistas también capturaron ese día a 250 personas, 130 de las cuales siguen retenidas en Gaza, incluido 34 que habrían fallecido, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" Hamás y lanzó una ofensiva sobre Gaza que ya dejó más de 32.700 muertos, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.