Los intereses internacionales detrás del conflicto en el este de la República Democrática del Congo

El pasado jueves, dos militares sudafricanos fallecían en un ataque en el este de la República Democrática del Congo. Estaban desplegados para ayudar a las tropas congoleñas en su lucha contra el movimiento rebelde del 23 de Marzo, el 23M.

Vendedores comercializan con sus productos en el exterior de la Catedral de Nuestra Señora de Congo, en Kinshasa, República Democrática de Congo. AP

Vendedores comercializan con sus productos en el exterior de la Catedral de Nuestra Señora de Congo, en Kinshasa, República Democrática de Congo. AP

El pasado jueves, dos militares sudafricanos fallecían en un ataque en el este de la República Democrática del Congo. Estaban desplegados para ayudar a las tropas congoleñas en su lucha contra el movimiento rebelde del 23 de Marzo, el 23M.

Este grupo, respaldado por la vecina Ruanda, ha ganado terreno recientemente embanderando su lucha en la defensa de la minoría banyamulenge, un grupo étnico de origen tutsi. Sin embargo el gobierno nacional, así como parte de la comunidad internacional, les acusan de querer tomar el territorio para explotar sus recursos, entre ellos uno muy preciado como el litio, en beneficio de Ruanda.

RFI entrevistó a Tshimpanga Matala, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Lubumbashi. Considera que el M23 es una forma de blanquear la ofensiva ruandesa, disfrazándola de grupo rebelde: "Lo que se llama M23 no son rebeldes congoleños. Son soldados ruandeses establecidos en el este del Congo para proceder al pillaje y al robo de materias primas. Pero han conseguido integrar en su grupo a unos congoleños corruptos para hacer que el movimiento sea considerado como congoleño. Pero no es congoleño, es ruandés."

Matala defiende la tesis de que detrás hay una lucha encubierta de Ruanda por los recursos minerales de la zona: "Ruanda necesita materias primas. Cuando ha encontrado que con esto mejora sus ingresos, ha decidido robar en el Congo para invertir en Ruanda, que es escencialmente un país agrícola".

La ONU ha condenado la última ofensiva del M23, pero desde RDC se entiende que actuán con cierta tolerancia de parte de grandes potencias occidentales. Por ello Kinsasa aprobó la llegada de tropas interafricanas, encabezadas por Sudáfrica. Y es que la lucha de intereses ha provocado que el conflicto se internacionalice, tanto dentro como fuera del continente.

“Es ahí donde han venido los sudafricanos. se han implicado totalmente porque Sudáfrica tiene muchos intereses en RDC. No quiere ver al Congo desestabilizado por los países del este. Ahora se está dando un 'enfrentamiento' entre los países de África del Este y África Austral. Es ahí donde han venido las tropas sudafricanas, esta vez no para proceder al cese el fuego, sino para entrar en la guerra", explica el profesor Matala.

Además, el docente alerta de que los intereses van más allá del continente: "El problema ya se está internacionalizando. No es un problema regional, es un problema internacional porque Sudáfrica se ha dado cuenta de que detrás de Ruanda está Occidente. Sudáfrica forma parte de los BRICS, donde están Rusia y China, y quiere hacer un contrapeso. El conflicto se podía haber resuelto condenando a Ruanda pero se está internacionalizando y no sabemos adónde puede llegar".

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