juramentación
Arévalo inicia su carrera para cambiar Guatemala
Bernardo Arévalo, que ayer temprano asistió a una misa, pasó revista más tarde a las tropas como comandante en jefe, por primera vez en la Plaza de la Constitución, en el centro de la capital, y no en una instalación militar.
El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, emprendió ayer lunes lo que auguró como un nueva carrera de "obstáculos" para transformar este país devorado por la corrupción, que ha puesto en jaque una frágil democracia.
Arévalo, sociólogo, socialdemócrata y exdiplomático de 65 años, asumió el poder poco después de la medianoche de ayer lunes tras una atropellada jornada en el Congreso, que retrasó la ceremonia de investidura por nueve horas.
"Inician hoy cuatro años de un mandato que seguramente estará marcado por una serie de obstáculos (...) Sabemos que el cambio puede ser difícil", afirmó en la madrugada desde el balcón del Palacio Nacional, donde saludó a miles de seguidores.
Arévalo, que ayer temprano asistió a una misa, pasó revista más tarde a las tropas como comandante en jefe, por primera vez en la Plaza de la Constitución, en el centro de la capital, y no en una instalación militar.
Desde que pasó contra todo pronóstico en junio a segunda ronda electoral, prometiendo combatir a los corruptos, enfrentó una ofensiva judicial que denunció como un "golpe de Estado", maquinado por la poderosa élite política y económica del país.
En su mensaje a los militares, resaltó el compromiso del Ejército, en un pasado no muy lejano autor de golpes de Estado y violaciones de derechos humanos, de respetar la voluntad del pueblo en este "periodo sombrío".
- El "monstruo de mil cabezas" -
En su discurso de investidura en el teatro, el nuevo mandatario prometió rescatar al país de la "corrupción" y la "impunidad".
Pero reconoció que enfrentará "desafíos monumentales" para erradicar la corrupción que ha "permeado" al país, y está enquistada en los poderes del Estado, alimentándose de gobierno en gobierno.
"Debemos superar obstáculos significativos para liberar al Estado de aquellos que lo han capturado durante años, utilizándolo como botín propio", señaló.
Según los analistas, los corruptos infiltraron el Congreso, el poder judicial, el Ejecutivo, alcaldías... "Es un monstruo de mil cabezas", dijo a la AFP Jordán Rodas, exprocurador de derechos humanos, exiliado en Washington.
"Debe dar resultados rápidos en la depuración de las redes que saquean el Estado" dado el hartazgo de los guatemaltecos con la corrupción, comentó a AFP Manfredo Marroquín, cofundador de Acción Ciudadana, afiliada a Transparencia Internacional.
Tiene también el desafío de que su propio equipo no caiga en corrupción. "Su gobierno y diputados estarán bajo un fuerte escrutinio público", dijo el activista humanitario Jorge Santos.
- Una "fauna salvaje" -
Encabezada por la fiscal general Consuelo Porras con el apoyo de jueces, la arremetida incluyó intentos por retirar a Arévalo su inmunidad, desarticular su partido y anular los comicios argumentando anomalías electorales.
Arévalo, que calificó las acusaciones de espurias, afirmó que una de las primeras tareas como presidente será pedirle la renuncia a Porras, sancionada por Washington.
"Es muy importante que salga la fiscal general que ha sido la operadora principal del pacto de corruptos", declaró Marroquín.
Pero una renuncia es poco probable, según los analistas. Con 23 diputados, Arévalo lidiará también con un Congreso de 160 curules, en su gran mayoría de partidos tradicionales conservadores.
La jornada del domingo mostró las dificultades que enfrentará en el Congreso, que se enfrascó en debates y votaciones a favor y en contra en torno a la bancada de Arévalo.
"Va a estar nadando en un pantano, dentro de una fauna salvaje, herida también", advirtió Rodas.
El apoyo internacional seguirá siendo vital. La ONU y el presidente Joe Biden lo felicitaron este lunes. Su gobierno sancionó a Porras y a cientos de funcionarios guatemaltecos por "corruptos" y "antidemocráticos".
- La "nueva primavera" -
A nivel interno, cuenta con el apoyo sobre todo de las comunidades indígenas que piden el fin de la exclusión, y una juventud que necesita oportunidades para no emigrar.
El nuevo presidente recibe a una Guatemala con 60% de sus 17.8 millones de habitantes en la pobreza, uno de los índices más altos de América Latina que lleva a miles a tomar camino sin papeles, rumbo a Estados Unidos.
"Va a ser muy complicado gobernar, responder a las expectativas de la gente, que pide enfrentar a los corruptos y atención de su situación socioeconómica", aseveró Luis Linares, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales.
Pese a las dificultades que se avecinan, Arévalo promete una "nueva primavera", evocando a los gobiernos de los expresidentes Juan José Arévalo, su padre, y Jacobo Árbenz, una década (1944-1954).
Esa década fue conocida como la "primavera democrática", de importantes reformas sociales y que llegó a su fin por un golpe de Estado auspiciado por Washington.