Crisis migratorio

Caso de salvadoreño a quien se le negó la visa por sus tatuajes llega al Supremo de EE.UU.

Un oficial consular le preguntó sobre sus antecedentes penales y él describió un arresto por una pelea con un amigo, tras lo cual fue liberado en tres días sin cargos.

El trabajo de realizar un tatuaje depende del cuidado que ponga el tatuador y la protección posterior del usuario.

Durante la revisión le pidieron que se desnudara y tomaron fotos de sus tatuajes/ imagen de ilustración

La Corte Suprema de Estados Unidos tiene programado determinar este viernes si asume el caso de un salvadoreño a quien las autoridades migratorias le negaron la entrada el país, en parte por sus tatuajes.

Luis Acensio Cordero, de 47 años, era en 2008 un inmigrante indocumentado cuando conoció a la ciudadana estadounidense Sandra Muñoz, una prominente abogada de derechos civiles con la que se casó dos años más tarde.

En 2013, el centroamericano solicitó su 'tarjeta verde' de residencia permanente con base a la ciudadanía de su esposa.

Dos años más tarde, el latino regresó a El Salvador, para lo que la pareja creía que sería su cita final en el consulado estadounidense, refirió este jueves el periódico Los Angeles Times.

Durante la revisión le pidieron que se desnudara y tomaron fotos de sus tatuajes: la Virgen de Guadalupe, máscaras de teatro, dados y naipes, que son para él, según cuenta el diario, recuerdos de su infancia.

Un oficial consular le preguntó sobre sus antecedentes penales y él describió un arresto por una pelea con un amigo, tras lo cual fue liberado en tres días sin cargos.

Seis meses después, el salvadoreño recibió una notificación de que su solicitud de residencia había sido rechazada, negándosele la visa para regresar a Estados Unidos.

En 2017 presentó una demanda ante una corte de distrito en California y supo que le habían negado la residencia porque el Gobierno creía que era miembro de la banda criminal MS-13 con base en la entrevista, su historial criminal y sus tatuajes.

Desde entonces, el latino, que no ha podido ingresar a EE.UU., vive apartado de su esposa, de 54 años, y de su hija, de 17.

En octubre de 2022, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito concluyó que el Gobierno federal había violado los derechos fundamentales de Muñoz como ciudadana al negarle la entrada a su esposo.

Pero el Gobierno que preside el demócrata Joe Biden impugnó la resolución y ahora el caso será revisado por la Corte Suprema.

Si el máximo tribunal estadounidense declina asumir el caso, la decisión de la corte de apelaciones prevalecería y los abogados del inmigrante creen que se le permitiría regresar a Estados Unidos.

El resultado del caso podría tener importantes repercusiones para inmigrantes en situaciones similares a las de Acensio Cordero porque es extremadamente inusual ganar desafíos a las negativas del Gobierno a conceder visas.

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