Centroamérica reprueba en mejorar oportunidades educativas para jóvenes, afirma experto
Una educación efectiva a esta edad puede desempeñar un papel crucial en la prevención de la delincuencia, ofreciendo a los jóvenes alternativas y trayectorias de vida positivas.
Los Gobiernos de Centroamérica reprobaron en su examen por mejorar las oportunidades de los jóvenes en temas de educación, como demuestran los últimos resultados de las pruebas PISA, indica un análisis del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS) difundido este jueves.
El director del Índice de Progreso Social del CLACDS del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), Jaime García, explicó en un informe que los estudiantes centroamericanos de 15 años salen entre los últimos lugares de 81 países evaluados en las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), a cargo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
"No es sorpresa el resultado", apuntó García, ya que, a su juicio, "ni los Gobiernos ni la sociedad han hecho su tarea para mejorar las oportunidades de los jóvenes de la región".
En la región centroamericana fueron evaluados Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Panamá en tres áreas clave: lectura, matemáticas y ciencias.
En matemáticas, Costa Rica ocupa el lugar 63, Panamá el 74, Guatemala el 77 y El Salvador el 78 de 81 países evaluados.
En lectura, ningún país centroamericano está en los últimos 5 lugares; aun así, Costa Rica, el mejor posicionado de la región, está en el puesto 50, Panamá en el 59, Guatemala en el 66 y El Salvador el lugar 70.
En ciencias, Costa Rica obtuvo el lugar 55, Panamá el 65, El Salvador el 72 y Guatemala el 73.
"A los 15 años, los estudiantes están en una etapa crítica de desarrollo cognitivo y emocional. La educación de calidad a esta edad puede asegurar que adquieran habilidades fundamentales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la competencia digital, esenciales para el mundo moderno. Si queremos una región competitiva, necesitamos jóvenes capaces de entender los retos y oportunidades del mundo actual", puntualizó García.
Según García, para mejorar los resultados en Centroamérica, los Gobiernos deben tener un enfoque integral que aborde varios aspectos educativos que pueden ser evaluados y monitoreados. Lo que incluye invertir en formación y desarrollo profesional del docente.
Además, García considera que es crucial actualizar los currículos para enfocarlos más en habilidades críticas, de resolución de problemas y alfabetización digital, así como reducir las desigualdades educativas generadas por la desigualdad de ingresos.
"La educación genera otros beneficios no monetarios como, impulsar entornos sociales estables y sanos, donde una educación efectiva a esta edad puede desempeñar un papel crucial en la prevención de la delincuencia, ofreciendo a los jóvenes alternativas y trayectorias de vida positivas. Esto en Centroamérica, donde los jóvenes se enfrentan a desafíos como la violencia y la delincuencia, es un impacto muy positivo en el progreso social de la región", aseveró García.
Los datos de las pruebas PISA muestran que, comparado con 2018, el desempeño del promedio de los países de la OCDE tuvo un descenso de 10 puntos en lectura y 15 en matemáticas. Este resultado tiene que ver con una serie de factores estructurales en los sistemas educativos, pero también por los cierres prolongados de las escuelas debido a la crisis sanitaria de la covid-19