Clamor en el Congreso de EEUU para liberar al obispo preso en Nicaragua

La sesión contó con tres nicaragüenses exiliados en Estados Unidos como testigos, aunque estos no dieron sus nombres ni mostraron sus rostros para proteger a familiares y amigos.

Obispo Rolando Álvarez/Imagen ilustrativa

Obispo Rolando Álvarez/Imagen ilustrativaArchivo Listín Diario

Congresistas de Estados Unidos pidieron este jueves la liberación del obispo católico Rolando Álvarez en Nicaragua en una sesión en la que dos expresos exiliados dijeron que las autoridades lo consideran "la cabeza pensante" de "un golpe de Estado fallido".

"Álvarez es un hombre inocente y padece un sufrimiento indescriptible", aseguró el republicano Christopher Smith, que llama al mandatario nicaragüense Daniel Ortega a "liberarlo de prisión", donde cumple una condena de 26 años.

"La comunidad internacional ya no puede hacer la vista gorda ante lo que le está sucediendo" en el país, añadió en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Pero Nicaragua se enroca y aísla.

Su salida de la Organización de los Estados Americanos (OEA) entró en vigor oficialmente este mes "aislando aún más al país de la región y del mundo, al tiempo que profundiza las relaciones con gobiernos autoritarios como Rusia", alertó la demócrata Susan Wild.

La sesión contó con tres nicaragüenses exiliados en Estados Unidos como testigos, aunque estos no dieron sus nombres ni mostraron sus rostros para proteger a familiares y amigos.

Dos son miembros de la iglesia católica y afirmaron haber sido "secuestrados" por la policía.

"¿Por qué digo esto? Porque no se siguieron los procedimientos adecuados (...) todo fue arbitrario", contó uno de ellos.

"La cabeza pensante"

Su compañero afirmó que en la prisión le sometieron a numerosos interrogatorios "porque querían que declarara que el obispo era miembro de una organización que quería promover un golpe de Estado contra Daniel Ortega y que recibió dinero del gobierno estadounidense y de la Unión Europea".

"Siempre se dirigieron a Monseñor como si fuera la cabeza pensante y el organizador del golpe de Estado fallido y quisiera organizar un nuevo golpe", abundó el primero.

Para Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, las protestas antigubernamentales de 2018 que se saldaron con más de 300 muertos, según la ONU, son el resultado de un supuesto golpe de Estado fallido promovido por Washington.

La republicana María Elvira Salazar preguntó a los testigos a qué se debe la embestida anticlerical de Ortega y si la Iglesia puede impedirla.

"Creo que en su opinión somos enemigos", le respondió uno. Ambos coincidieron en que se equivoca.

"No somos un partido político" y "no estamos en guerra con ningún gobierno", afirmó uno.

La misión es "simplemente predicar el evangelio con todas sus consecuencias", abundó el segundo.

Las consecuencias para el obispo Álvarez son extremas.

Fue acusado de traición a la patria, propagación de noticias falsas y desacato, entre otros cargos, un día después de que rechazara marcharse a Estados Unidos junto a 222 opositores presos expulsados del país.

El único prelado católico aún encarcelado ha sido excluido de la lista de 12 sacerdotes "procesados" en Nicaragua que fueron enviados a Roma tras un acuerdo con el Vaticano.

Esta semana el gobierno divulgó un vídeo en el que se ve al obispo en una sala decorada con plantas y flores, sentado junto a una mesa con comida y bebida.

Las imágenes no convencen.

El obispo está pálido, más delgado, con rostro inexpresivo mientras mira la televisión, como ajeno a una puesta en escena.

El video "plantea serias dudas y preocupaciones sobre su bienestar. Ha perdido peso", afirmó Smith, a quien le recuerda sus visitas a los gulags soviéticos, donde se fingía normalidad cuando recibían a extranjeros.

"Golpes y picaduras"

Una madre de un preso nicaragüense le confirmó que los vídeos y fotografías "son la mayor humillación" porque no retratan la realidad.

Durante una visita a la cárcel de El Chipote ella se encontró con una celda en estado "deplorable" y a su hijo "torturado, con el cuerpo lleno de golpes y muchas picaduras de insectos".

"A nuestro lado había unos jóvenes de entre 15 y 16 años (...) Uno de ellos levantó el pantalón y me mostró que tenía la pantorrilla quemada con ácido y no podía doblar los dedos de las manos", relató.

Salazar, para quien Ortega y Murillo son "Satanás sobre Nicaragua", "dos dictadores desalmados que han robado al país", quiso saber qué puede hacer Estados Unidos, que ya ha sancionado a funcionarios y al sector del oro.

La directora regional para América Latina y el Caribe del Instituto Nacional Demócrata, Deborah Ullmer, propuso presionar a aliados en la ONU, limitar la participación de Nicaragua en el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica (CAFTA), restringir su acceso a préstamos en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y sancionar al Banco Central por "lucrarse con las confiscaciones".

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