Ecuador deroga las directrices que permiten a las personas llevar cantidades limitadas de drogas
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también ordenó a los ministerios del Interior y de Salud Pública desarrollar “programas coordinados de información, prevención y control sobre el consumo de sustancias estupefacientes y psicotrópicas” y ofrecer tratamiento y rehabilitación a “consumidores habituales y ocasionales problemáticos”.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, derogó las controvertidas directrices establecidas por la izquierda del país hace una década que eliminaban las penas para las personas encontradas portando drogas ilegales en determinadas cantidades.
La decisión de Noboa cumplió una promesa de campaña de luchar contra el narcotráfico.
Las consecuencias del tráfico ilegal, particularmente de cocaína, han mantenido a los ecuatorianos en vilo mientras los asesinatos, secuestros, robos, extorsiones y otros delitos alcanzan niveles sin precedentes.
Un comunicado de la oficina de Noboa anunciando la medida argumentó que las antiguas directrices “fomentaban el microtráfico” y las caracterizaban como un “elemento nocivo para la sociedad ecuatoriana”.
Noboa también ordenó a los ministerios del Interior y de Salud Pública desarrollar “programas coordinados de información, prevención y control sobre el consumo de sustancias estupefacientes y psicotrópicas” y ofrecer tratamiento y rehabilitación a “consumidores habituales y ocasionales problemáticos”.
Los lineamientos fueron adoptados en 2013 durante la presidencia de Rafael Correa bajo el argumento de que el consumo de drogas ilegales era un problema de salud pública y sus usuarios no debían ser enviados a prisión.
Las cantidades utilizadas en las directrices intentaron diferenciar el consumo de drogas del tráfico de drogas.
Según los parámetros, un individuo podría portar para uso personal hasta 10 gramos de marihuana, 2 gramos de pasta base de cocaína, 1 gramo de cocaína, 0,10 gramos de heroína y 0,04 gramos de anfetamina.
Los lineamientos fueron muy criticados desde el principio por la derecha ecuatoriana y, en general, por la sociedad conservadora del país.
No quedó claro cómo se implementará la decisión de Noboa. Su antecesor, el presidente Guillermo Lasso, anunció en enero de 2021 su propia decisión de eliminar los parámetros, argumentando que afectaban a “jóvenes y niños”, pero nunca se implementó.
Además, un fallo de la Corte Constitucional de Ecuador ordena a los jueces distinguir entre consumidores y traficantes al determinar posibles sanciones. Sin embargo, sin las directrices no está claro cómo harán la distinción.
Noboa juró su cargo el jueves después de derrotar a Luisa González, una aprendiz de Correa, en una segunda vuelta electoral el 15 de octubre.
Su mandato se extenderá sólo hasta mayo de 2025, que es lo que queda del mandato de Lasso. Lasso acortó su mandato cuando disolvió la Asamblea Nacional en mayo mientras los legisladores iniciaban un proceso de juicio político en su contra.
Bajo la dirección de Lasso, las muertes violentas en Ecuador se dispararon, alcanzando un récord de 4.600 en 2022, el doble que el año anterior.
El aumento de la violencia está relacionado con el tráfico de cocaína producida en los vecinos Colombia y Perú. Los carteles mexicanos, colombianos y balcánicos han echado raíces en Ecuador y operan con la ayuda de bandas criminales locales.