reino unido
Corte británica declara ilegal el plan para enviar migrantes a Ruanda
Con el dictamen del Tribunal Supremo británico, los magistrados dieron la razón a varios solicitantes de asilo y organizaciones no gubernamentales, que argumentaron en todo momento las deficiencias del país africano en materia de derechos humanos.
El Gobierno ruandés discrepó ayer del Tribunal Supremo del Reino Unido, que falló este miércoles que Ruanda no es un país "seguro" para los refugiados y declaró ilegal el plan del Gobierno británico de enviar a esa nación a solicitantes de asilo que entran de manera clandestina en su territorio.
"En última instancia, esta es una decisión que corresponde al sistema judicial del Reino Unido. Sin embargo, discrepamos de la sentencia de que Ruanda no es un tercer país seguro para solicitantes de asilo y refugiados", señaló la portavoz del Gobierno ruandés, Yolande Makolo, en su cuenta de la red social de X (antes Twitter)
"Ruanda está comprometida con sus obligaciones internacionales. Hemos sido reconocidos por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y otras instituciones internacionales por nuestro trato ejemplar con los refugiados", añadió Makolo.
La portavoz hizo este comentario poco después de que el Supremo británico, la máxima instancia judicial de ese país, considerase que existe un riesgo de que los demandantes de asilo puedan ser deportados desde Ruanda a sus países de origen, de los que huyeron.
El Supremo dio a conocer su decisión después de que el Ejecutivo del primer ministro, Rishi Sunak, recurriera el dictamen de una corte inferior -la Corte de Apelación- que consideró también que Ruanda no era "un país seguro" para enviar a migrantes en situación irregular.
Sin embargo, Makolo aseguró que "Ruanda y el Reino Unido han estado trabajando juntos para garantizar la integración de los solicitantes de asilo reubicados en la sociedad ruandesa".
"Nos tomamos en serio nuestras responsabilidades humanitarias y seguiremos estando a la altura de ellas", zanjó la portavoz.
Con el dictamen del Tribunal Supremo británico, los magistrados dieron la razón a varios solicitantes de asilo y organizaciones no gubernamentales, que argumentaron en todo momento las deficiencias del país africano en materia de derechos humanos.
política migratoria
La decisión de ayer supone un duro varapalo para la política migratoria del Ejecutivo conservador, puesto que el plan de Ruanda -iniciado en abril de 2020 cuando Boris Johnson era primer ministro- era central para atajar el aumento de los botes con migrantes que cruzan el Canal de la Mancha, que separa Inglaterra de Francia.
El programa también había contado con el apoyo del Gobierno de Ruanda, que reiteró en varias ocasiones que seguía "comprometido" con su polémico acuerdo con Londres.
Desde su llegada al poder en 2000, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha conseguido reconocimiento internacional por sus éxitos económicos y la reconstrucción del país tras el genocidio de 1994.
Sin embargo, organizaciones pro derechos humanos han denunciado en numerosas ocasiones detenciones arbitrarias y desapariciones de disidentes a manos de su Gobierno.
Opositores en Ruanda han sido asesinados o han desaparecido por motivos que la oposición ha descrito como "políticos".