catalán, vasco y gallego
España permite usar otros idiomas internamente
La reforma en la política lingüística de la Cámara de Diputados era una de las exigencias de los partidos catalanes separatistas para apoyar a un socialista como jefe del Parlamento el mes pasado, tras unas elecciones que terminaron inconclusas.
En una victoria para los millones de españoles que hablan un idioma que no es el castellano, el Parlamento de la nación europea permitió a sus legisladores nacionales usar el catalán, el vasco y el gallego por primera vez el martes.
La reforma en la política lingüística de la Cámara de Diputados era una de las exigencias de los partidos catalanes separatistas para apoyar a un socialista como jefe del Parlamento el mes pasado, tras unas elecciones que terminaron inconclusas.
El gobierno español también está abogando para que el catalán, el vasco y el gallego sean idiomas reconocidos en la Unión Europea, pero eso enfrenta una trayectoria más complicada.
El derecho a usar idiomas que no sean el castellano en el Parlamento de España ha sido un antiguo objetivo de los partidos pequeños regionales del norte del país que tienen poblaciones bilingües.
José Ramón Besteiro, diputado del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dijo que el cambio solo formaliza algo que ya es común entre las poblaciones bilingües.
Este cambio es “ni más ni menos que normalizar un hecho que ya es normal para los ciudadanos que ya hablan más de una lengua además del castellano”, dijo el legislador, quien alternó entre el gallego y el castellano durante su mensaje.
El Parlamento central en Madrid ofreció traducción simultánea con audífonos para los 350 miembros de la cámara así como para la transmisión en televisión nacional de la sesión.
partidos nacionalistas
El cambio ocurre además en momentos en que el presidente en funciones Pedro Sánchez está tratando de conseguir el apoyo de partidos nacionalistas, e incluso separatistas de Cataluña y el País Vasco, para formar una nueva coalición de gobierno de izquierdas.
La oposición conservadora se opuso a la modificación, afirmando que dificultaría los debates. Además, reprochó al PSOE por haber cedido a las presiones de los separatistas catalanes.
Borja Sémper, disputado del conservador Partido Popular, declaró que los legisladores no están allí para promover idiomas y que el cambio solo se dio porque Sánchez necesita los votos de los separatistas.
“Todos sabemos que no estamos convocados aquí para promover el uso de una lengua… Solo tiene sentido si aceptas el engaño. Solo hay un problema, que Pedro Sánchez necesita los votos de los independentistas”, señaló Sémper.
Miembros del partido Vox, que tiene posturas ultranacionalistas hacia la diversidad regional y lingüística de España, abandonaron la sala cuando hablaron Besteiro y Sémper.
El catalán lo hablan unas 9 millones de personas en el noreste de España, en las Islas Baleares y una pequeña parte de la población de Francia. El gallego lo hablan unas 2 millones de personas en el noroeste de España, mientras que el vasco o euskera lo hablan unas 750.000 personas en el País Vasco y en Navarra.