Garrapatas hambrientas pueden utilizar este truco estático para lanzarse sobre ti y tus mascotas
Las garrapatas hambrientas tienen algunos trucos ingeniosos. Pueden desplazarse por el aire utilizando la electricidad estática para engancharse a personas, mascotas y otros animales, según demuestra una nueva investigación.
Los seres humanos y los animales acumulan cargas estáticas de forma natural en su vida cotidiana. Según un estudio publicado el viernes en la revista Current Biology, esas cargas bastan para impulsar a las garrapatas hasta su próxima comida de sangre.
Aunque la distancia es minúscula, "equivale a saltar tres o cuatro tramos de escaleras de un tirón", afirma Sam England, autor del estudio y ecólogo del Museo de Historia Natural de Berlín.
Las garrapatas son "depredadores de emboscada", explica Stephen Rich, entomólogo especializado en salud pública de la Universidad de Massachusetts Amherst.
No pueden saltar ni volar sobre sus huéspedes. Lo que hacen es colgarse de una rama o una brizna de hierba con las patas extendidas -un comportamiento conocido como "questing"- y esperar a que pasen personas o animales para agarrarlos y morderlos.
Parecía que las garrapatas estaban limitadas a lo lejos que podían estirarse sobre sus "puntillas", dice England.
Pero ahora, los científicos están descubriendo que las cargas estáticas pueden ayudar a ampliar su alcance.
"Ahora pueden acabar enganchándose a huéspedes que no entran en contacto directo con ellas", explica.
Los investigadores se fijaron en una especie de garrapata llamada garrapata del ricino, común en toda Europa. Este chupasangre y sus primos son los principales responsables de la propagación de enfermedades a animales y humanos, incluida la enfermedad de Lyme, y son más activos en los meses cálidos.
Los investigadores descubrieron que cuando cargaban electrodos y los colocaban cerca de garrapatas jóvenes, las criaturas volaban por el aire para posarse en los electrodos.
Según el estudio, un nivel normal de estática -la carga que el pelo, las plumas, las escamas o la ropa recogen con el movimiento- podría arrastrar a las criaturas a través de espacios de una fracción de pulgada (unos pocos milímetros o centímetros).
Aunque esas distancias puedan parecernos pequeñas, para una garrapata diminuta representan un gran salto, afirma England.
En el futuro, podrían desarrollarse formas de reducir esa estática, señalaron los expertos.
Pero por ahora, Rich dijo que la gente debe seguir utilizando las medidas clásicas de prevención de las garrapatas, incluidos los repelentes, para mantenerse a salvo de las picaduras.