Animal
Justicia italiana frena el sacrificio de una osa que mató a un corredor
El tribunal de la ciudad de Trento solicitó más detalles sobre la dinámica del ataque y suspendió una orden de las autoridades locales de sacrificar al animal.
Justicia italiana frena el sacrificio de una osa que mató a un corredor. Imagen ilustrativa.
Un fallo de un tribunal administrativo en la región alpina de Italia el viernes salvó, por ahora, la vida del oso que atacó fatalmente a un corredor el mes pasado.
El oso pardo, identificado como Jj4, fue capturado el 18 de abril después de una cacería intensiva de dos semanas iniciada después de que un hombre local de 26 años muriera mientras corría por un sendero de montaña.
El tribunal de la ciudad de Trento solicitó más detalles sobre la dinámica del ataque de la osa de 17 años y, por lo tanto, suspendió una orden de las autoridades locales de sacrificar al animal.
La suspensión dura hasta el 27 de junio. Pero es posible que el destino del oso ni siquiera se decida en ese momento, ya que se fijó una audiencia para el 14 de diciembre para decidir los méritos de las propuestas de los defensores de los derechos de los animales de trasladar al oso a un refugio, donde no está claro, donde el animal no sería un peligro para los humanos.
La agencia italiana ANSA también dijo que el tribunal concluyó que se necesitaban más detalles de la autopsia del corredor antes de tomar una decisión sobre el destino del oso.
Los grupos defensores de los derechos de los animales desafiaron la orden emitida por las autoridades de la provincia de Trento de matar al oso.
No estaba claro si Jj4 podría haber atacado a Andrea Papi, que estaba en una carrera de entrenamiento, porque los cachorros estaban cerca. Su familia ha dicho que se oponen a matar al oso.
El presidente provincial ha argumentado que la muerte de Papi podría haberse evitado si el oso hubiera sido sacrificado después de que atacó a dos personas, hiriéndolas, en 2020.
Los padres de Jj4 fueron traídos a Italia desde Eslovenia hace dos décadas como parte de un proyecto, financiado por la Unión Europea, para aumentar la población de osos pardos que entonces se temía que estuviera disminuyendo hasta casi extinguirse. La población de osos prosperó, y los animales se encontraron cada vez más con personas.