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Casi 2,000 menores fueron abusados por miembros del clero desde 1950 en Illinois, EEUU

Según una investigación, las diócesis estatales consideraron que solo el 26% de las denuncias que recibieron eran “creíbles”, y no investigaron o consideraron que el 74% restante carecía de fundamento.

El exjesuita Pedro Lima, llega al aeropuerto El Alto, el lunes pasado, antes de viajar a La Paz para declarar en la fiscalía por presuntos abusos cometidos por curas.(AP Foto/Juan Karita)

El fiscal general de Illinois dio a conocer ayer martes los resultados de una amplia investigación sobre las denuncias de abuso sexual por parte de la Iglesia católica, y dijo que los investigadores encontraron que 451 miembros del clero abusaron sexualmente de casi 2.000 niños desde 1950, muchas más que las 103 personas que la Iglesia mencionó cuando la revisión estatal comenzó en 2018.

En una conferencia de prensa donde anunció los hallazgos de su oficina, el fiscal general Kwame Raoul reconoció a los acusadores por hacer posible la revisión. Dijo que los investigadores estatales encontraron que 1,997 niños en todo el estado fueron abusados por el clero entre 1950 y 2019.

“Espero que este informe arroje luz tanto sobre aquellos que violaron sus posiciones de poder y confianza para abusar de niños inocentes, como sobre los hombres en el liderazgo de la iglesia que encubrieron ese abuso”, dijo Raoul. “Es posible que estos perpetradores nunca sean responsables ante un tribunal de justicia, pero al nombrarlos aquí, la intención es proporcionar una rendición de cuentas pública y una medida de curación a los sobrevivientes que han sufrido durante mucho tiempo en silencio”.

"Creíbles"

Según una investigación preliminar realizada por el predecesor de Raoul, las diócesis estatales consideraron que solo el 26% de las denuncias que recibieron eran “creíbles”, y no investigaron o consideraron que el 74% restante carecía de fundamento.

En un comunicado publicado el martes, la Red de Sobrevivientes de los Abusados por Sacerdotes calificó el informe de “impresionante”, pero enfatizó que es probable que se minimice el número de víctimas y abusadores citados por los investigadores estatales.

“No hay duda de los hechos del informe: hasta 2018, cuando comenzó la investigación, los jerarcas de todas las diócesis de Illinois mantuvieron en secreto a los abusadores conocidos, se negaron a incluirlos en sus listas de acusados y se negaron a reconocer la verdad de aquellos sobrevivientes de abuso que denunciaron”, dijo el comunicado. Es para nosotros, en una palabra, repugnante que estos supuestos pastores mientan tan descaradamente”.

El informe preliminar realizado por la predecesora de Raoul, Lisa Madigan, encontró que las seis diócesis de la iglesia hicieron un trabajo lamentablemente inadecuado al investigar las denuncias y, en algunos casos, no las investigaron ni notificaron a la agencia estatal de bienestar infantil. Las denuncias de abuso se remontan a décadas atrás y se hicieron contra algunos sacerdotes que ya habían muerto, pero el informe preliminar no incluyó ciertos detalles clave, como cuándo se hicieron las denuncias.

Casos en Bolivia

Ayer, el papa Francisco envió a Bolivia a uno de los miembros más importantes de la congregación para la Doctrina de la Fe en momentos en que un escándalo de pederastia sacude a la Iglesia católica en el país sudamericano, donde el presidente boliviano Luis Arce ha solicitado al pontífice la revisión de convenios con la Santa Sede.

La carta del mandatario a Francisco en la que expresa “consternación e indignación” por las denuncias se conoció en la noche del lunes horas después de la llegada del español Jordi Bertomeu procedente de Paraguay, donde investiga denuncias similares. En 2018, Bertomeu encabezó las pesquisas sobre abusos de sacerdotes a menores cometidos en Chile.

Arce condena el “silencio cómplice de la estructura eclesial local” y pide el jefe de la Iglesia católica “pasar de los pronunciamientos a las acciones concretas para evitar la impunidad”. También solicitó a al papa Francisco que la justicia boliviana “acceda a todos los archivos referidos a las denuncias” y revisar los antecedentes de los religiosos extranjeros. ”Nadie con antecedentes debe permanecer como educador o guía espiritual”, dijo el mandatario en su carta

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Bolivia aclaró que la visita de Bertomeu no tiene relación directa con las denuncias recientes sino que estaba programada con antelación y busca analizar “los avances realizados en la línea de la cultura de prevención” impulsada por el Vaticano.

Los encuentros “serán llevados en un clima de profunda cercanía hacia todos aquellos que han sido víctimas de la lacra de los abusos en la Iglesia”, dijo la Conferencia Episcopal en un comunicado.

Bertomeu “es una persona de mucha confianza del papa Francisco, se encarga de ver estos temas y viene a dar algunas orientaciones para cómo podemos ir manejando este tema, escuchar y acompañar a las víctimas”, declaró el secretario de la Conferencia, monseñor Giovani Arana.

Poco antes de conocerse la carta de Arce al papa, el canciller boliviano Rogelio Mayta dijo: “No queremos nosotros generar un incidente con el Vaticano, pero hay sacerdotes de la Iglesia católica que han cometido delitos”.

La visita del enviado del Vaticano tiene lugar poco después del estallido del caso del jesuita español Alfonso Pedrajas quien, según un diario íntimo al que tuvo acceso el periódico español El País, habría abusado de unos 85 menores en internados católicos de Bolivia en las décadas del 70 y 80 del siglo pasado. Pedrajas falleció de cáncer en 2009.

La Fiscalía inició una investigación --que se mantiene en reserva— y ha convocado a las víctimas a presentar denuncias. Por su parte, la Compañía de Jesús en Bolivia pidió perdón a las víctimas y se ha comprometido a apoyar la investigación al tiempo que ha denunciado a los superiores de Pedrajas --muchos de los cuales ya no están en funciones o han fallecido-- por su presunto encubrimiento.

En el marco de esa investigación un exseminarista jesuita boliviano, considerado por las autoridades un testigo importante, se declaró víctima y prometió colaborar con las autoridades.

“No sólo soy testigo sino víctima de abusos de poder, abusos sexuales y abusos de conciencia de la Compañía de Jesús en Bolivia”, dijo el exseminarista Pedro Lima a su arribo a La Paz el lunes para declarar ante la Fiscalía.

En una rueda de prensa a su llegada acusó a tres jesuitas de haber encubierto los presuntos abusos. “No es suficiente pedir perdón, estos abusos no pueden quedar en la impunidad, debe haber reparación a las víctimas y estoy acá para que estos hechos dolorosos nunca más se repitan”, dijo Lima, quien no quiso dar detalles de los supuestos abusos que sufrió.

Las declaraciones de Lima fueron cuestionadas por la abogada de los jesuitas Audalia Zurita, quien dijo que “tuvo una posición de poder” para denunciar los presuntos abusos y no lo hizo cuando fue asambleísta por el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en 2006 y 2007 en la Asamblea Constituyente que reformó la carta magna boliviana.

"persecuciÓn política"

En 2001, el exseminarista dejó la Compañía de Jesús, donde era maestro de colegios e internados. Pasó a la política y en 2012 salió del país alegando una “persecución política” del MAS para refugiarse en la orden de los jesuitas en Paraguay, donde trabajó hasta hace poco.

“Claro que trabajé (con los jesuitas en Paraguay). Haber trabajado con ellos no es para que me calle... cuando quería denunciar decían que no hay víctimas, no hay pruebas”, señaló.

El de Pedrajas abrió otros casos ventilados en la justicia en el pasado. El procurador Wilfredo Chávez dijo que “son 23 los sacerdotes implicados en pederastia en el país” y que uno de ellos fue enviado a la cárcel en prisión preventiva la semana pasada.

Desde que estalló el caso de Pedrajas ha habido protestas en algunas iglesias y colegios católicos. También padres de familia han salido en defensa de la educación católica y han pedido que no se la estigmatice.