España aprueba ley de vivienda que limitará el precio de los alquileres
El coste del alquiler batió récord en el primer trimestre de este año, cuando creció un 9,7 % en comparación con igual periodo de 2022
El Parlamento español aprobó este miércoles de manera definitiva la ley de vivienda, la primera norma en esa materia de la democracia en España, que entre otros aspectos permite limitar el precio de los alquileres.
Tras aprobarse en el Congreso el pasado 17 de abril, hoy dio su visto bueno el Senado, tras un bronco debate.
España sufre un grave problema de vivienda asequible, tanto en propiedad como de alquiler, y este asunto se ha convertido en uno de los ejes de la campaña electoral para los comicios municipales y autonómicos (regionales) del próximo 28 de mayo.
La ley de vivienda, que tardó más de tres años en ver la luz, salió adelante en la Cámara Alta con los votos a favor de los socialistas (PSOE) y los grupos independentistas y de izquierda en que se apoya el Gobierno de coalición español, ya que no tiene mayoría parlamentaria suficiente.
Por el contrario, votaron en contra el conservador Partido Popular (PP), principal grupo de la oposición, Ciudadanos (liberales) y los nacionalistas vascos y catalanes.
Los que se oponen la ley de vivienda consideran que la nueva norma invade competencias de ayuntamientos y gobiernos regionales, genera inseguridad jurídica, no va a bajar los precios del alquiler, permite la ocupación ilegal, desincentiva la puesta en arrendamiento de viviendas y supone injerencias en la propiedad privada.
Uno de los puntos más polémicos de la ley es el límite a los alquileres, que podrán decretar los gobiernos regionales para zonas tensionadas (aquellas en las que los precios están disparados).
La norma también prevé recargos de entre el 50 y el 150 % en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) para las viviendas vacías durante más de dos años, con el fin de impulsar el alquiler.
Además, posibilita una prórroga extraordinaria de un año en los contratos de arrendamiento por situaciones acreditadas de vulnerabilidad social o económica, impide los desahucios sin anunciar fecha y hora, e incluye nuevas prórrogas que permite aplazarlos.
En España tradicionalmente se ha preferido comprar una casa antes que arrendarla, pero los elevados precios de las viviendas, junto con los altos intereses de los préstamos ha hecho aumentar la demanda de alquiler, que también han elevado sus precios, con lo que dificulta el acceso a jóvenes y familias precarias.
El coste del alquiler batió récord en el primer trimestre de este año, cuando creció un 9,7 % en comparación con igual periodo de 2022, según el portal inmobiliario Fotocasa, que lo atribuye a la reducción de la oferta, pero también a una demanda muy fuerte.
Por otra parte, la compraventa creció un 6,1 % en 2022, y los precios se encarecieron un 7,2 %, según los datos de los notarios, pese al incremento de los intereses de los préstamos hipotecarios.