China se opone a la cooperación militar entre Taiwán y EEUU

China advirtió ayer miércoles en contra de la continuidad de la cooperación entre Estados Unidos y Taiwán, en respuesta a los reportes de que Washington estaba enviando oficiales para ayudar a formar a sus homólogos taiwaneses y antes de la visita de una delegación de contratistas de defensa a la isla autogobernada la próxima semana.

“Nos oponemos firmemente a que Estados Unidos mantenga cualquier tipo de contacto oficial o militar con la región china de Taiwán”, dijo Zhu Fenglian, vocera de la Oficina de Asuntos de Taiwán, durante su conferencia de prensa semanal en Beijing.

Taiwán y China se separaron en 1949 tras una guerra civil. Taiwán nunca ha formado parte de la República Popular de China, pero el Partido Comunista dice que está obligada a unirse al territorio continental, por la fuerzas si fuese necesario.

El gobierno del presidente Xi Jinping ha llevado un número creciente de aviones de combate y bombarderos cerca de Taiwán y disparó misiles al mar en un intento de intimidar a la isla.

Los medios taiwaneses reportaron este mes que Estados Unidos envió 200 soldados, en su mayoría marines, para ayudar en la formación de las tropas de la isla. El Ministerio de Defensa de Taiwán no ha negado ni confirmado la información.

Por otra parte, una delegación de unos 25 contratistas de defensa visitará la isla la próxima semana, invitados por el Consorcio Empresarial EEUU-Taiwán. Nikkei Asia reportó que los fabricantes de armas discutirán la producción conjunta de drones y munición en la isla.

"Sacar beneficios"

“Los contratistas de defensa estadounidenses provocan de forma intencionada la confrontación entre ambas partes, aprovechando la ocasión para sacar beneficios”, afirmó Zhu, quien acusó al Partido Democrático Progresista, en el poder desde hace seis años, de colaborar con Estados Unidos para presionar a favor de la independencia formal de la isla.

Washington no reconoce formalmente al gobierno de Taiwán, pero es el principal proveedor de armas y otros elementos de seguridad, además de respaldo político, a Taipéi. China elevó la presión con el despliegue de su aviación y sus buques en las inmediaciones de la isla casi a diario, especialmente en respuesta a las reuniones de carácter político entre los dos países.