"Francia no es seria", dicen familias de víctimas de accidente de Air France
Uno de los padres de las víctimas del accidente afirmó que no solo los familiares brasileñas sino también de otras nacionalidades están "indignadas" con la decisión de la justicia francesa
Daniele Lamy, derecha, directora de la asociación "AF447 Ayuda y Solidaridad", y Marilene Lafarge, izquierda, madre de una víctima, reaccionan tras el veredicto fuera de la sala del tribunal, el lunes 17 de abril de 2023 en París. Un tribunal francés absolvió a Airbus y Air France de los cargos de homicidio involuntario por el accidente del vuelo 447 de Río a París en 2009, que mató a 228 personas y provocó cambios duraderos en las medidas de seguridad de las aeronaves. (Foto AP/Michel Euler)
Los familiares de las víctimas brasileñas del accidente del avión de Air France que cayó al océano Atlántico el 1 de junio de 2009 cuando volaba entre Río de Janeiro y París, y que dejó 228 muertos, consideran que la Justicia francesa no fue seria al absolver este lunes tanto a la aerolínea como a Airbus.
"Francia no es un país serio y la Justicia francesa no es seria", afirmó el presidente de la Asociación de los Familiares de las Víctimas Brasileñas del Vuelo 447, Nelson Faria Marinho, en declaraciones a EFE.
Faria Marinho, padre de una de las víctimas del accidente, afirmó que no solo los familiares de las víctimas brasileñas sino también de las francesas, alemanas y de otras nacionalidades están "indignadas" con la decisión de la justicia francesa.
Casi 14 años después del siniestro del vuelo AF447 de Air France, el Tribunal de París decidió este lunes absolver penalmente de los cargos de homicidio a la compañía aérea y al fabricante del avión accidentado, por considerar que no hay un "un nexo seguro de causalidad entre imprudencias/negligencias (de los acusados) y el accidente".
Aunque el veredicto sí reconoce la responsabilidad civil, que será examinada en septiembre y podrá abrir vías a nuevas indemnizaciones, el tribunal se abstuvo de condenar penalmente a ambas compañías, lo que más allá de las indemnizaciones previstas, hubiese sido un golpe a su reputación.
"Todas las familias estamos indignadas porque esa decisión muestra que ni Francia es seria ni la Justicia francesa es seria", afirmó Faria Marinho al hacer alusión a una histórica frase en la que el entonces presidente francés, Charles de Gaulle, aseguró que Brasil no era un país serio.
De acuerdo con el portavoz de los familiares de las víctimas brasileñas, en todas las tragedias ocurridas con aviones fabricados por empresas francesas o que pertenecían a aerolíneas galas la justicia atribuye la culpa al piloto.
"Siempre concluyen que fue una falla humana. Jamás asumen que se trató de una falla del avión, de un problema mecánico, de falta de mantenimiento por parte de la aerolínea... Siempre culpan al piloto que no está vivo para defenderse", dijo.
"Francia es un país corporativo. La Justicia francesa es corporativa. Para ellos el dinero y los intereses del país y de sus empresas están por encima de la vida. Por eso la indignación", afirmó.
Faria Marinho recordó que desde el primer momento Air France atribuyó el accidente a un error de los pilotos, pero después tuvo que reconocer que se registró un problema en un sensor de velocidad y admitir que las investigaciones habían sacado a la luz varias contradicciones.
"Para nosotros, las investigaciones dejaron claro que la responsabilidad fue de Air France, que no ofreció el mantenimiento adecuado, y de Airbus, que fabricó un avión con defectos", dijo.
Faria Marinho destacó la diferencia entre el fabricante estadounidense Boeing, que determinó la inmediata paralización de todos los vuelos con aviones en los que se había detectado un posible problema (el modelo 737 Max), y Airbus, que los dejó volando antes de repararlos.
Afirmó igualmente que los familiares están consultando a sus abogados para saber si la decisión del Tribunal de París es de última instancia y no admite nuevos recursos o si es posible pedir una revisión.
En el siniestro murieron las 228 personas que iban a bordo del avión, que eran de 33 nacionalidades diferentes, incluyendo 73 franceses y 58 brasileños.