Abstención en elecciones parlamentarias cubanas alcanzó 24%

Las autoridades electorales cubanas informaron el lunes que la abstención en la votación para elegir al nuevo Parlamento alcanzó el 24,08%, una cifra superior a la de los comicios de 2018, tal como habían pronosticado algunos observadores.

Analistas esperaban con interés esta cifra como un termómetro político. Las elecciones nacionales para diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento unicameral, se realizaron el domingo en un contexto de fuerte crisis económica con desabastecimiento de alimentos y energía y un auge migratorio durante los últimos meses, sobre todo hacia Estados Unidos.

La presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), Alina Balseiro, indicó de manera preliminar que el 75,92% de los empadronados asistieron a las urnas para la renovación del Parlamento, nueve puntos porcentuales menos de los que lo hicieron en 2018.

La información publicada por Balseiro indicó que de un padrón de 8,1 millones de personas unas 6,1 millones fueron a votar. En blanco se reportaron 6,22% de las boletas y anuladas 3,50%. En Cuba el voto no es obligatorio y según establece la ley se votaron 470 diputados de una lista de igual número de candidatos.

En los comicios nacionales de 2018 la ausencia en las urnas había sido de 14,35% y en 2013 de 5,83%. En los comicios municipales de noviembre pasado, considerados el inicio del actual ciclo electoral la abstención había alcanzado el 31%.

Aun así la asistencia sigue siendo alta en comparación con otros países en los que el voto también es voluntario.

“Es evidente que el gobierno está lidiando con menos incondicionalidad en el apoyo de sus bases”, indicó a The Associated Press el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Arturo López-Levy. “Está aumentando el sector que le está diciendo al gobierno ‘no abuses’ porque lo que está pasando está gestando en nosotros un proceso en el cual la incondicionalidad se ha abandonado” agregó.

El crecimiento de la abstención se enmarca en la mala situación económica que atraviesa el país y las dificultades para salir adelante luego del duro golpe producido por la pandemia y el incremento de las sanciones de Estados Unidos. Cuba vivió inusuales jornadas de protestas en julio de 2021 y octubre de 2022.

“En todo caso, 24% de abstención es alto en términos históricos, en general promedio ha sido 10%” indicó por su parte Michael Shifter, miembro de la organización Diálogo Interamericano y profesor adjunto de la universidad de Georgetown. “Me parece que la tendencia en general apunta al aumento”.

Shifter consideró que la abstención es un fenómeno complejo y puede reflejar, además del disgusto con el “mal desempeño” del gobierno, también “apatía o desinterés”.

Pequeños grupos de activistas habían llamado a abstenerse como una forma de rechazar al gobierno y al modelo de partido único vigente en la isla. Pero al mismo tiempo opositores reconocieron que no todas las inasistencias eran de simpatizantes suyos y que detrás de quienes no fueron a votar también está los desinteresados y aquellos que emigraron pero aún constan en el padrón electoral, pues la ley establece dos años de ausencia antes de retirarlos.

En un comunicado enviado a AP un grupo que se definió como observador de procesos electorales dijo el lunes que los comicios fueron los “más irregulares de su historia” desde comenzaron en 1976.

Entre las anomalías citó que los padrones no estuvieron a tiempo en algunos lugares y la ausencia de personas con derecho a voto en ellos, así como la “normalización” de llevar las urnas a las casas de vecinos -una práctica habitual en Cuba sobre todo en caso de discapacitados y ancianos-. Además, rechazaron la extensión de una hora para el cierre de los colegios electorales e indicaron que se había hostigado a disidentes.

Pero Balseiro aseguró que no se habían presentado incidentes.

La elección de los diputados nacionales es un peldaño del complejo sistema electoral cubano que comenzó en noviembre con los comicios para concejales elegidos por los vecinos, de donde salieron los delegados de las Asambleas Municipales, los gobiernos locales.

De esta base surgió la mitad de los 470 diputados para la Asamblea Nacional. La otra parte eran personalidades reconocidas en el país y nominadas por sindicatos y organizaciones sociales que son coordinadas por las llamadas Comisiones de Candidaturas.

El Partido Comunista de Cuba, el único con estatus legal en la isla, no presenta candidatos pues su función no es electoral según la constitución, pero muchas organizaciones nominadoras les son afectas.

El Parlamento es el máximo órgano de gobierno y de allí saldrá el 19 de abril la figura del presidente, el vicepresidente y el Consejo de Estado.