Alberto Fernández trabaja remoto mientras espera intervención quirúrgica por hernia discal
Fernández, de 63 años, sufre una hernia de disco lumbar
El presidente argentino, Alberto Fernández. AP
El presidente argentino, Alberto Fernández, retomó este jueves su agenda oficial desde la residencia presidencial, a la espera de que se confirme cuándo y cómo será sometido "a una pequeña intervención", debido al dolor de espalda que sufre producto de "una hernia de disco lumbar".
La portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, explicó este jueves en rueda de prensa que Fernández "tiene que tener una pequeña intervención, que va a suceder en las próximas horas, hoy mismo o mañana" y que "mientras tanto lleva su agenda" en la residencia presidencial en la localidad de Olivos, en la periferia de Buenos Aires.
Fernández, de 63 años, sufre una hernia de disco lumbar, según el parte ofrecido el martes por la Unidad Médica Presidencial.
Por este motivo, será sometido a "un bloqueo radicular programado", al tiempo que se le indicó "reposo y adecuar sus actividades" en la residencia presidencial de Olivos.
Según indicó Cerruti, el horario y la forma de la intervención se informará en otro parte médico.
El martes pasado Fernández fue trasladado al Sanatorio Otamendi, una clínica privada del barrio capitalino de Recoleta, por presentar "un cuadro de dolor lumbar agudo" y se le efectuaron "los estudios correspondientes, evidenciándose una hernia de disco lumbar".
Este jueves, el presidente argentino retomó la agenda oficial al recibir a la alcaldesa de General Roca, en la provincia patagónica de Río Negro, María Emilia Soria.
En tanto, junto al ministro de Transporte, Diego Giuliano, oficializará el llamado a licitación para la obra del Canal Magdalena.
Y junto al jefe de Asesores de la Presidencia, Antonio Aracre, se reúne con las consejeras delegadas de Accenture, Sofia Vago; Endeavor, Julia Bearzi; Natura, Verónica Marcelo; Merced, Cecilia Giordano, y Unilever, Laura Barnator.
Cuando todavía era candidato a presidente, en junio de 2019, Alberto Fernández debió ser ingresado en un hospital por una tromboembolia pulmonar.
Además, en noviembre del año pasado, durante la cumbre del G20 celebrada en Bali (Indonesia), el presidente se descompensó y sufrió un desmayo que, más tarde, fue diagnosticado como una gastritis erosiva con signos de sangrado.
Después del tratamiento médico, reanudó sus actividades normalmente.