Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Uribe defiende a Petro: "En mi presencia no se insultará al presidente"

El expresidente colombiano Álvaro Uribe salió a la defensa del actual mandatario, Gustavo Petro, al pedirle a un militante de su partido que no insultara al líder de izquierdas

El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe. (EFE)

El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe. (EFE)

El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) salió a la defensa del actual mandatario, Gustavo Petro, su némesis política, al pedirle a un militante de su partido, el derechista Centro Democrático, que no insultara al líder de izquierdas.

En un acto del Centro Democrático al que asistía el expresidente, uno de los asistentes llamó a Petro "guerrillero", un calificativo que la opinión y múltiples miembros del Centro Democrático han usado en varias ocasiones para apelar al presidente, quien en su juventud integró la guerrilla del M-19.

Uribe, al escuchar el término, desde un pequeño escenario en el Foro del Centro Democrático 'Las regiones vuelven al centro', desde Montería, le interrumpió para decir: "en mi presencia, ningún insulto al presidente de la República".

"Todo lo que se quiera decir de oposición con argumentos bien, pero ningún insulto", aseguró Uribe, en un mensaje que ha retuiteado el propio Petro, que fue uno de sus más críticos adversarios desde el Congreso cuando Uribe era presidente, pero que ahora guardan una curiosa relación de no agresión.

Uribe y Petro se han reunido en varias ocasiones desde que el líder de izquierdas ganó las elecciones del pasado julio para tratar diversos asuntos y donde han mostrado un cauteloso entendimiento, a pesar de las distancias políticas.

Sin embargo, Uribe, que tras ser el presidente más influyente de las últimas décadas y el único que solo ha necesitado una vuelta para salir electo, ahora vive en un aparente segundo plano, ha expresado su oposición a algunas de las reformas que quiere emprender Petro.

Sobre todo, se ha mostrado reacio en el terreno económico, por la posibilidad de que las reformas constriñan la economía o ataquen a los empresarios, que son su feudo político.