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Altos funcionarios de Canadá, EEUU y Haití se reunieron a puertas cerradas para conversar sobre Haití

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, pasa revista a una guardia de honor a su llegada a Nassau, Bahamas, el miércoles 15 de febrero de 2023, para asistir a la reunión de jefes de gobierno de la Comunidad Caribeña. (Sean Kilpatrick/The Canadian Press vía AP)

Altos funcionarios de Canadá, Estados Unidos y Haití se reunieron el miércoles a puertas cerradas para conversar sobre la crisis en Haití, tema que previsiblemente dominará la reunión anual del bloque comercial caribeño inaugurada en Bahamas.

La reunión del Caricom, que comenzó el miércoles en la noche y durará tres días, tiene como anfitrión al primer ministro de Bahamas, Philip Davis, quien dio la bienvenida a los gobernantes del bloque de 15 miembros y a otros, entre ellos el primer ministro haitiano Ariel Henry, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y Brian Nichols, subsecretario de Estado norteamericano para asuntos del Hemisferio Occidental.

También asisten a la conferencia el ministro del exterior y el ministro interino de justicia y seguridad pública de Haití.

Un día antes de la reunión, Davis dijo en conferencia de prensa que los gobernantes caribeños “carecemos de recursos para enfrentar por nuestra cuenta la problemática de Haití, necesitamos asistencia exterior. Esperamos que el norte, Canadá y Estados Unidos, ayuden”.

Davis y los demás gobernantes caribeños se han quejado del aumento de los migrantes porque —aseguran— están causando aprietos a los presupuestos gubernamentales de las pequeñas islas debido a la llegada de cientos de haitianos. La vasta mayoría de haitianos están huyendo de la creciente pobreza y violencia, incluidos homicidios, secuestros y violaciones, a medida que las pandillas aumentan su poder tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.

Durante la inauguración del encuentro, Davis dijo que Haití necesita atención urgente debido al deterioro de las condiciones en ese país.

“Oro por que podamos acordar una serie de medidas concretas que contribuyan a avanzar hacia una solución a beneficio del pueblo haitiano y la región en su conjunto. Hemos aprendido que la inacción conlleva sus costos y consecuencias”, afirmó Davis ante los demás gobernantes.

Miembros de la delegación de Trudeau dijeron que la visita permitirá a los gobernantes analizar la asistencia política, de seguridad y humanitaria para Haití y contribuirá “a soluciones encabezadas por los haitianos a la situación actual”.

Emmanuel Dubourg, el único miembro de origen haitiano en el Parlamento canadiense, dijo que el gobierno de Canadá está “discutiendo todos los tipos de opciones para ayudar a la gente en Haití”.

La reunión del Caricom tiene lugar en momentos en que el primer ministro de Haití continúa insistiendo en el despliegue de fuerzas extranjeras, solicitud presentada en octubre sin que el Consejo de Seguridad de la ONU se haya pronunciado.

Estados Unidos y Canadá, junto con otros países, han enviado equipo militar y otros recursos a la Policía Nacional de Haití, pero no se han comprometido a enviar efectivos para la frustración y desánimo de algunos sectores.

Sin abundar en detalles, Henry, el primer ministro de Haití, tuiteó que él y Nichols tuvieron el miércoles en la mañana “una importante reunión de trabajo”.

La reunión del Caricom continuará hasta el viernes y los gobernantes también tienen previsto conversar sobre la seguridad alimentaria, el cambio climático y otros problemas que afectan a la región.

Entre otros funcionarios que asisten al encuentro figura el enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry.

“Los gobiernos caribeños están buscando acciones, y será importante que Estados Unidos haga su aportación ante lo que se prevé será un año crucial para las relaciones”, escribió en un reciente ensayo Wazim Mowla, director adjunto y titular de la Iniciativa Caribeña en el Consejo Atlántico.

“Debido a los desafíos que enfrenta la región, el Caribe ya no tiene tiempo para esperar a que Estados Unidos actúe, y Estados Unidos no debería dar largas”.