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"¡Nikki, Nikki!": exfanáticos de Trump tienen una nueva guía a seguir para 2024

La candidata presidencial republicana Nikki Haley llega al escenario en su primer evento de campaña el 15 de febrero de 2023 en Charleston, Carolina del Sur. La exgobernadora de Carolina del Sur y embajadora de las Naciones Unidas, Haley, anunció oficialmente su candidatura ayer, convirtiéndola en la primera opositora republicana en desafiar al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Win McNamee/Getty Images/AFP

Votaron dos veces por el magnate Donald Trump, pero exigen un cambio para las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos: los partidarios de Nikki Haley, la primera republicana en desafiar al expresidente, estaban al rojo vivo el miércoles en su primer mitin de campaña.

Tan pronto como Paula Blank se enteró del "anuncio especial" prometido por la republicana a sus seguidores en Charleston, en el sureste de los Estados Unidos, la mujer de 50 años se precipitó a comprar un billete de avión para asistir.

"Llamé a mi amiga, le dije: '¿Vamos?'", confiesa a la AFP esta profesora rubia y jovial, residente muy cerca de la ciudad de Nueva York. "Fue una decisión extremadamente rápida".

En los comicios de 2016 y 2020 la mujer le dio su voto a Trump (2017-2021), pero llevaba "años" esperando la candidatura de quien, sin embargo, es considerada una "outsider" en la carrera por la nominación republicana de cara a los comicios de 2024.

En su opinión, la exembajadora ante la ONU durante el mandato Trump "se expresa con claridad y percibe el mundo tal y como es", alega Paula.

- Muy grosero -

Nikki Haley se había reunido con sus seguidores el miércoles en un largo hangar en esta localidad turística rodeada de iglesias, heladerías y restaurantes que sirven ostras. Pero este "anuncio especial" -su primera candidatura a la Casa Blanca- ya no estaba en duda desde el martes.

Entonces, cuando la candidata de 51 años pide a los estadounidenses que "pongan a una mujer dura en la Casa Blanca", sus partidarios se regodean. "¡Nikki! ¡Nikki!", gritan.

No importa que esta mujer de cabello azabache haya sido la voz de la política exterior del gobierno de Trump (2017-2020) desde hace dos años.

O incluso que ella se hubiera comprometido en el pasado a no postularse en la interna si el expresidente entraba en la contienda.

Pues muchos de los simpatizantes presentes en ese mitin del miércoles están fundamentalmente convencidos de que Trump ha "hecho un buen trabajo". Como Robin Christmas, una contadora de 63 años que, sin embargo, encuentra demasiado grosero al expresidente para brindarle su apoyo por tercera vez.

En cambio, esta pequeña mujer con anteojos, originaria de Carolina del Sur, decidió involucrarse por primera vez en una campaña presidencial, como voluntaria en el equipo de Nikki Haley.

"Ella es simplemente increíble", dice la sexagenaria, que luce orgullosa una camiseta azul con el nombre del que espera ver convertido en la primera presidenta de la historia de Estados Unidos.

- "Sueño americano" -

"Es hora de seguir adelante", sostiene bajo un hermoso sol esta alta morena, enfriada por los hechos del 6 de enero de 2021, cuando cientos de fanáticos partidarios de Trump atacaron la sede del Congreso estadounidense para impedir la certificación del demócrata Joe Biden como presidente.

Las encuestas solo la sitúan en un 4 o 5% de las intenciones de voto, ¿y, por tanto, todavía bastante lejos de la Casa Blanca? Adam Caldwell las descarta.

El funcionario, residente en el vecino estado de Carolina del Norte, salió a la carretera -el día de su cumpleaños- para ver a esta hija de inmigrantes indios, quien, según él, encarna "el sueño americano".

"Sus padres emigraron aquí, se instalaron aquí y ahora ven a su hija aspirando a ejercer la función suprema", destaca.

El hombre de 30 años, con una camiseta aterciopelada con un retrato del expresidente republicano Ronald Reagan (1981-1989) en la espalda, aplaude: "Solo existe en Estados Unidos".