Europa

Moscú conmemora victoria tras la batalla de Stalingrado

Científicos. Desde hace años, el presidente ruso se presenta como el máximo defensor del recuerdo de la victoria de la Unión Soviética contra la Alemania nazi, una hazaña que en Rusia es motivo de gran orgullo.

Seguidores del partido comunista con banderas rojas se reúnen alrededor de la estatua del mariscal soviético Georgy Zhukov después de una ceremonia de ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido cerca del Muro del Kremlin, durante las conmemoraciones del 80º aniversario de la victoria soviética en la batalla de Stalingrado. AP

Rusia conmemoró este jueves el 80º aniversario de la victoria soviética en la batalla de Stalingrado, ocasión que Vladimir Putin aprovechó para comparar la Segunda Guerra Mundial con su campaña militar en Ucrania, al afirmar: “estamos de nuevo amenazados por tanques alemanes”.

Desde hace años, el presidente ruso se presenta como el máximo defensor del recuerdo de la victoria de la Unión Soviética contra la Alemania nazi, una hazaña que en Rusia es motivo de gran orgullo.

Las celebraciones se producen en un momento de encarnizados combates entre fuerzas rusas y soldados ucranianos en la antigua república soviética, escenario desde hace casi un año de una ofensiva rusa lanzada, según el Kremlin, para “desmilitarizar” y “desnazificar” el país vecino.

Ayer jueves, frente a militares cubiertos de medallas y oficiales congregados en Volgogrado (suroeste), antaño llamada Stalingrado, Putin volvió a comparar la resistencia contra Hitler con la ofensiva rusa en Ucrania.

“Es increíble, pero estamos de nuevo amenazados por tanques alemanes”, declaró el presidente ruso, equiparando los Panzer de Hitler con los blindados Leopard 2 de fabricación alemana, que varios países occidentales prometieron suministrar a Kiev.

“Una vez más, los sucesores de Hitler quieren enfrentarse a Rusia en el suelo de Ucrania, usando a ‘banderovtsis’”, agregó, en referencia a los partidarios del dirigente ultranacionalista Stepan Bandera (1909-1959), que colaboró con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Según sus detractores, Vladimir Putin instrumentaliza la Historia para justificar sus políticas, aún a costa de glorificar el poderío de la Unión Soviética y de restar importancia a sus crímenes.

Busto de Stalin

La batalla de Stalingrado (1942-1943), considerada una de las más sangrientas de la historia, con cerca de dos millones de muertos entre ambos bandos, cambió el curso del conflicto en la Unión Soviética, desmoralizada tras varias derrotas.

El simbolismo de aquella victoria aumenta a medida que se acerca el primer aniversario del lanzamiento de la operación rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022.

En vísperas del 80 aniversario de la victoria de Stalingrado, se inauguró en la ciudad un busto de Stalin, junto a los de dos jefes militares famosos por su papel en la batalla, Gueorgui Zhúkov y Aleksandr Vasilevski.

Desde la caída de la Unión Soviética, las autoridades rusas mantienen una postura ambivalente hacia Stalin.

Está condenado oficialmente por el terror de Estado que orquestó en los años 1930 y hasta su muerte, en 1953, pero sigue enterrado frente al Kremlin, en la Plaza Roja, y muchos rusos lo siguen venerado por su papel en la derrota de la Alemania nazi a manos de la Unión Soviética.

Ayer, se organizó un desfile militar en Volgogrado. Se depusieron ramos de flores en el Mamayev Kurgan, una colina estratégica que fue objeto de terribles combates y que, desde hace décadas, es un lugar de peregrinación para quienes desean rendir homenaje a los soldados soviéticos.