EE.UU.

Estudio: Tierras raras suficientes para cambio energético

El mundo tiene suficientes minerales de tierras raras y otras materias primas fundamentales para pasar de los combustibles fósiles a las energías renovables a fin de producir electricidad y contener el calentamiento global, de acuerdo con un nuevo estudio que contrarresta las preocupaciones sobre la disponibilidad de esos materiales.

Debido a los intentos de aumentar la generación de electricidad con paneles solares, turbinas eólicas así como plantas hidroeléctricas y nucleares, hay quienes temen que haya insuficientes minerales esenciales para hacer la transición hacia la descarbonización.

Los elementos de las tierras raras no son escasos. El Servicio Geológico de Estados Unidos los describe como “relativamente abundantes”. Son esenciales para fabricar los poderosos imanes que necesitan las turbinas eólicas; también se les utiliza en celulares, pantallas de computadoras y lámparas LED.

Este nuevo estudio analiza no sólo esos elementos, sino 17 materias primas distintas necesarias para la generación de electricidad, entre las que se incluyen algunos recursos ordinarios como acero, cemento y vidrio.

Un equipo de científicos estudió los materiales —muchos de ellos poco extraídos en el pasado— y 20 fuentes de energía diferentes. Calcularon la disponibilidad y la contaminación derivada de su extracción en caso de que aumentaran las necesidades de energía limpia para alcanzar los objetivos mundiales a fin de reducir las emisiones de carbono de efecto invernadero, es decir que retienen el calor, y resultan de la quema de combustibles fósiles.

El estudio, publicado el viernes en la revista científica Joule, concluye que es necesaria una mayor extracción de esas sustancias, que hay suficientes para todos y que explotarlas no agravará considerablemente el calentamiento.

“La descarbonización será una labor enorme y complicada, pero podemos concretarla”, afirma Zeke Hausfather, coautor del estudio y científico del clima en la empresa tecnológica Stripe y la organización Berkeley Earth. “No me preocupa que vayamos a quedarnos sin estos materiales”.

Gran parte de la preocupación mundial por las materias primas necesarias para la descarbonización está relacionada con las baterías y el transporte, en especial con los vehículos eléctricos cuyas baterías dependen del litio. El estudio no aborda ese aspecto.

Cuando se examina la demanda de los minerales para fabricar las baterías es mucho más complicada que para generar electricidad, y a eso se abocará el equipo después, dijo Hausfather. El sector eléctrico representa entre un tercio y la mitad del problema relacionado con la disponibilidad de los recursos, afirmó.

Gran parte depende de la rapidez con la que el mundo haga la transición hacia la energía limpia.

De momento, la disponibilidad de los materiales sería insuficiente. Por ejemplo, el disprosio es un mineral que se utiliza en los imanes de las turbinas eólicas, por lo que un mayor impulso para generar electricidad más limpia requeriría tres veces más disprosio del que se produce en la actualidad, según el documento. Pero las reservas de ese elemento rebasan en más de 12 veces la cantidad que se necesitaría para avanzar hacia las energías limpias.

El telurio se encuentra en una situación similar. El elemento se utiliza en las granjas solares industriales y sus yacimientos poseen quizá cantidades apenas superiores a las necesarias para un gran avance hacia las energías verdes. Pero Hausfather afirma que en todos estos casos hay sustitutos disponibles.

“Las reservas de estos materiales son suficientes. El análisis es sólido y este estudio refuta esas preocupaciones (de que se agoten los minerales)”, afirmó Daniel Ibarra, profesor de Medio Ambiente de la Universidad de Brown, quien no participó en el estudio y examina la escasez de litio. No obstante, afirma, deberá aumentar la capacidad de producción de algunos “metales esenciales” y un problema es el ritmo al que podrá hacerse.

Otra preocupación es si la extracción de esos materiales aumentará las emisiones de carbono de efecto invernadero hacia la atmósfera. Lo hará, quizá hasta 10.000 millones de toneladas métricas, que representan una cuarta parte de las emisiones mundiales anuales de carbono, según Hausfather.

Las energías renovables requieren más materiales para la producción energética que los combustibles fósiles porque están más descentralizadas, dijo.

Sin embargo, según Hausfeather, el aumento de la contaminación por carbono derivada de las actividades de extracción se compensará por mucho con la gran reducción de las emisiones de los combustibles fósiles.

Rob Jackson, de la Universidad de Stanford, que no participó en el estudio, dijo que a pesar de los múltiples indicios de que hay suficientes minerales de tierras raras, es necesario un equilibrio: “Además de extraer más, deberíamos utilizar menos”.