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Lula promete acabar con la minería ilegal y revertir el "genocidio" dejado por Bolsonaro

Entre las principales comunidades afectadas está la población yanomami, en donde 570 de sus niños han muerto durante el pasado gobierno, según denunció este fin de semana la ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara.

Foto: Evaristo Sa / AFP

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha prometido acabar con la minería ilegal en su visita a una comunidad indígena en Roraima, así como el "genocidio" dejado a su paso por el "gobierno insensible" de Jair Bolsonaro.

"Más que una crisis humanitaria, lo que vi en Roraima fue un genocidio. Un crimen premeditado contra los yanomami, cometido por un gobierno insensible al sufrimiento del pueblo brasileño", ha compartido el presidente Lula en su perfil de Twitter.

Lula ha denunciado que además del "olvido" y del "abandono" a los que relegó el anterior gobierno a todas estas comunidades, "la principal causa" de los problemas en la Amazonia es la invasión de miles de extractores ilegales de minería, los garimpeiros, cuya presencia en la región fue "incentivada" por Bolsonaro.

"Los garimpeiros envenenan los ríos con mercurio, causando destrucción y muerte (...) Lo dije durante la campaña y lo digo nuevamente ahora con más convicción: no habrá minería ilegal en tierras indígenas", ha dicho Lula, quien también ha prometido mejoras en materia de salud y transporte para estas comunidades.

"No habrá más genocidios. Los pueblos indígenas serán tratados con dignidad. La humanidad tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas, que preservan el medio ambiente y ayudan a contener los efectos del cambio climático. Esa deuda será pagada en nombre de la supervivencia del planeta", ha enfatizado.

Lula se ha mostrado sorprendido por el estado de salud y las altas tasas de desnutrición y hambre entre las personas que viven en estas comunidades del interior de la selva amazónica brasileña, donde la fiebre del oro está provocando un aumento de la destrucción de estas tierras.

Entre las principales comunidades afectadas está la población yanomami, en donde 570 de sus niños han muerto durante el pasado gobierno, según denunció este fin de semana la ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara.