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Belén renace en Navidad después de tres años de pandemia

Cuna de Cristo según la tradición cristiana, la ciudad de Belén recibe cada año a miles de peregrinos y turistas para la Navidad, pero que se redujo en las dos últimas ocasiones a causa de la pandemia de covid y las restricciones sanitarias, que complicaron los desplazamientos.

Árbol de Navidad gigante, globos de colores en las calles y selfies en la Basílica de la Natividad: las actividades de Belén se reanudan con los turistas para las fiestas navideñas tras años de ausencia marcados por la pandemia.

Cuna de Cristo según la tradición cristiana, la ciudad de Belén recibe cada año a miles de peregrinos y turistas para la Navidad, pero que se redujo en las dos últimas ocasiones a causa de la pandemia de covid y las restricciones sanitarias, que complicaron los desplazamientos.

Ahora que se han levantado las restricciones en los territorios palestinos y en Israel, donde se encuentra el aeropuerto internacional más cercano a Belén, la ciudad palestina adquiere un aire festivo.

"La Navidad es la fiesta de la ciudad, hemos tomado mucho tiempo y hecho mucho esfuerzo para prepararla", dijo a AFP la alcaldesa del municipio, Hanna Hanania. "Queríamos tener participación internacional y organizamos canciones y espectáculos para niños con cantantes de Francia, Sudáfrica y Malta", añade.

Las calles, comercios y edificios de piedra de esta localidad palestina, donde conviven cristianos y musulmanes, atraen a muchos turistas como James Wittenberger, un estadounidense de 70 años proveniente de Michigan con sus cuatro hijos.

- "Un lugar importante" -

"Es un lugar maravilloso. Llevamos aquí tres días y hace buen tiempo. Tenemos suerte de estar aquí, lejos de la tormenta", que azota Estados Unidos este fin de semana, subraya Paul, su hijo de 40 años.

"Paseo por esta ciudad maravillosa. Y medito acerca del hecho de que es un lugar santo, el lugar del nacimiento de Cristo, es un lugar importante, especialmente en Navidad", suspira a su lado John Haves, de 22 años y que viene de Vancouver, en la costa oeste canadiense.

Propietario de un taller de alfarería y cerámica, Michael Al-Sirani está encantado de ver a los turistas regresar después de dos navidades difíciles que obligaron a los hoteles locales a cerrar sus puertas.

"Estamos empezando a sentir que las cosas están mejorando después del coronavirus. Además, los turistas volvieron a dormir en la ciudad", dijo.

Una observación confirmada por la Autoridad Palestina asentada en Cisjordania, territorio ocupado desde 1967 por Israel y donde se encuentra la ciudad de Belén.

"Desde principios de este año, pero más precisamente desde marzo, empezamos a recibir turistas y peregrinos del mundo entero. El número de turistas ha seguido aumentando hasta un total de 700,000 turistas procedentes de todo el mundo", explica Rola Maayah, ministra palestina de Turismo.

Los peregrinos meditan en la Basílica de la Natividad mientras otros multiplican los selfies, con la cabeza cubierta con gorros rojos y blancos de Papá Noel, a pocas horas de la tradicional misa de medianoche y de los deseos de paz.