Liberan a profesor que había sido encarcelado por rechazar los pronombres elegidos por menor transgénero
El docente, Enoch Burke, salió la pasada noche de la cárcel dublinesa de Mountjoy tras pasar más de cuatro meses preso
La Justicia irlandesa ha puesto en libertad a un profesor de un colegio de secundaria encarcelado desde septiembre por desacato a una orden del Tribunal Superior de Dublín, que le prohibió dar clases por negarse a llamar a un estudiante por los pronombres de su elección, confirmaron este jueves fuentes oficiales.
El docente, Enoch Burke, salió la pasada noche de la cárcel dublinesa de Mountjoy tras pasar más de cuatro meses preso.
El juez del Tribunal Superior Brian O'Moore emitió una orden en la que subrayó que el único impedimento para cancelar la libertad del profesor sería que "incumpliera nuevamente" la primera sentencia de esta instancia judicial.
Burke mantenía desde el pasado curso un enfrentamiento con la dirección del Wilson's Hospital School, un internado mixto de la Iglesia protestante de Irlanda situado en la localidad de Multyfarnham, en el condado de Westmeath, en el centro del país.
Burke alegó motivos de conciencia para negarse a aceptar los deseos de un estudiante transgénero "en proceso de transición", que pidió a la escuela que le llamasen por un nombre diferente y el pronombre "they", que en inglés es neutro y sirve tanto para "ellos o ellas", en vez de "he" ("él"), según han explicado varios medios locales.
La dirección del centro suspendió al profesor de empleo y sueldo el pasado agosto, pero siguió asistiendo a las aulas, por lo que los abogados de Wilson's Hospital School solicitaron una orden judicial que el docente preso ignoró en repetidas ocasiones.
Durante las primeras vistas judiciales, Burke insistió en que le era "imposible" cumplir con la orden judicial que le prohibía dar clase porque suponía "una violación de su conciencia" como profesional de la enseñanza.
Asimismo subrayó que no estaba de acuerdo con el transgenerismo y consideró injusto que se encontrase ante un juez por negarse a "llamar chica a un chico", tal y como le había pedido la directora de la escuela el pasado mayo.
Además, aseguró que esta cuestión va en contra de sus "creencias, de las (sagradas) escrituras y en contra de la ética de la escuela, la Iglesia (protestante) de Irlanda y las enseñanzas de todas las principales religiones", según recoge la cadena pública irlandesa RTE.