"Little America", la serie que retrata a Estados Unidos a través de sus inmigrantes

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Andréa BAMBINONueva York, Estados Unidos

Ocho episodios e igual número de fragmentos de Estados Unidos a través del retrato de sus inmigrantes. La segunda temporada de la serie "Little America" llega este viernes a Apple TV+ con la intención de cuestionar el "sueño americano", explica a la AFP Sian Heder, una de sus creadoras y productoras.

Desde la familia Song y su taller-tienda de sombreros en Detroit hasta Jibril, un cocinero somalí de Minneapolis y sus deliciosos kebabs de carne de camello -inspirado en el chef Jamal Hashi-, este "sueño americano" y su ideal del éxito a fuerza de trabajo y perseverancia están en el centro de estas historias de vida, retratadas en episodios que duran menos de 40 minutos.

El precio a pagar, sin embargo, es el desarraigo, las dificultades económicas, la presión familiar para lograrlo o, a veces, la simple decepción de encontrar una ciudad como Nueva York, artificial y fútil, sentimientos que también van apareciendo en los episodios, inspirados en historias reales.

Una de ellas es la de Zahir, un pianista afgano que huyó de los talibanes y logró inscribirse en el conservatorio en Nueva York, pero tuvo que dejar atrás a su madre en su país.

"Uno de los temas que queríamos explorar es lo que ocurre cuando el sueño americano no funciona como se esperaba", explica Heder, una de las creadoras de la serie junto al actor paquistaní-estadounidense Kumail Nanjiani.

- "Una presión increíble" -

Para la directora de la película "CODA" ("Señales del corazón" en Hispanoamérica y "Los sonidos del silencio" en España), ganadora del Oscar 2022, se trata de mostrar que "la propia idea de Estados Unidos que consiste en decir 'arremángate las mangas', el capitalismo, 'que depende de ti que funcione', genera una presión increíble para la gente".

"Es la tierra de las oportunidades, pero no hay muchas redes de seguridad en este país para atraparte si no lo logras", dice.

Tras una primera temporada que salió a principios de 2020, durante el mandato del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, en la que "sentíamos que debíamos ser muy optimistas y positivos", en esta ocasión "probablemente tenemos más libertad para explorar los matices y las complicaciones de lo que significa el sueño americano".

La serie es una adaptación de los retratos de inmigrantes realizados por la revista Epic Magazine. Algunos de los episodios tienen humor y desenfado, como el de un inmigrante de Sri Lanka en Texas que participa en un concurso de besar coches, en el que la persona que permanece más tiempo con los labios pegados a la carrocería se lleva el vehículo. Otros episodios están disponibles en podcast.

"Lo que buscamos en nuestras historias son, en cierta manera, personas muy normales", resume Heder.

Ni héroes ni víctimas. No todos los personajes tienen el mismo éxito, pero logran hacerse un lugar y aportan su grano de arena a la diversidad estadounidense.

Este mosaico cultural se refleja en los diálogos de los actores, a menudo en su lengua original, y en algunos detalles como la comida que se encuentra en la mesa del comedor. Cada episodio termina con un epílogo en el que se descubre al personaje real que inspiró la historia.

"Creo que, a través de nuestro compromiso de intentar representar su experiencia real, se logra un retrato mucho más fiel de lo que supone vivir aquí", concluye Heder.

Investigadores japoneses descubren 168 nuevas figuras en Nazca

Tokio, 9 dic (EFE).- Científicos japoneses descubrieron en la costa sur de Perú 168 nuevos geoglifos cerca de las líneas de Nazca, consideradas desde 1994 por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, según confirmó hoy a EFE la Universidad de Yamagata (oeste de Japón). Este equipo de académicos de la Universidad de Yamagata, liderado por Masato Sakai, hizo el descubrimiento con la ayuda de arqueólogos locales, imágenes aéreas y drones, donde descubrieron 168 nuevos geoglifos o figuras de gran tamaño dibujadas en laderas o cerros. "En total hemos encontrado 168 figuras: unas 50 humanas, así como aves, felinos, serpientes y también muchas figuras lineales y trapezoides", dijo Sakai a EFE donde destacó que también se habían encontrado cerámicas. Desde el inicio del proyecto de investigación en 2004 -y desde 2010 sobre terreno-, los científicos nipones han encontrado ya 358 figuras (incluidas las del nuevo descubrimiento), con las que buscan proteger estos yacimientos, pero también entender el objetivo con el que fueron creadas. "Para proteger las líneas tenemos que saber cuál es su ubicación exacta para que no se conviertan en viviendas o la gente local use la zona para la agricultura", señala Sakai, quien considera que estás eran utilizadas con el objetivo de marcar senderos y caminos. El investigador explica que ahora también usan inteligencia artificial con el objetivo de encontrar patrones y ver qué se quería comunicar exactamente con estas formas, algo que con métodos de investigación tradicionales llevaría mucho tiempo por el extenso terreno a investigar. "Podemos encontrar esas figuras en caminos y senderos, por lo que queremos entender las combinaciones para saber qué querían expresar", afirma Sakai. Tradicionalmente se ha considerado que las líneas de Nazca eran un gran calendario astronómico, otros expertos creen que son figuras religiosas y algunos ufólogos sostienen que fueron pistas de aterrizaje de naves extraterrestres. Las figuras más representativas son conocidas como la araña, el mono y el colibrí, además del cóndor, el pelícano, la gaviota, el caracol, la ballena, la serpiente y la llama, entre otras. Las Líneas de Nazca son un conjunto de cientos de figuras geométricas, de animales o plantas situadas en un inmenso desierto en la región de Ica, al sur de Lima, realizados por la cultura nazca (siglo I-VII) y cuya función y significado no están claros, como tampoco lo está la forma en que fueron hechas, ya que algunas superan los 100 metros y solo se pueden contemplar desde el aire. A pesar de su antigüedad, estas célebres y enigmáticas figuras no fueron descubiertas hasta 1930 porque la planicie de la superficie del desierto sólo permitía que los diseños se vieran en su totalidad desde el aire o desde algunas colinas circundantes.