China está lista para aplastar a la disidencia
En lo que respecta a garantizar la seguridad del régimen, los gobernantes del Partido Comunista de China no escatiman.
La magnitud de ese gasto pródigo fue patente cuando las manifestaciones callejeras más audaces en décadas se desataron en Pekín y otras ciudades, impulsadas por el enojo ante las rígidas y aparentemente interminables restricciones para combatir al COVID-19.
Desafío
El gobierno lleva décadas preparándose para ese tipo de desafíos, instalando la maquinaria necesaria con el fin de aplastar sublevaciones en gran escala.
Luego de una respuesta inicial moderada, en la que personal de seguridad utilizó aerosol irritante y gas lacrimógeno, la policía y fuerzas paramilitares inundaron las calles de las ciudades con jeeps, camionetas y automóviles blindados en una demostración masiva de fuerza.