Placas de pizarra interpretadas como juguetes de la Edad del Cobre
Antiguas placas grabadas en pizarra con forma de búho, que datan de hace 5.000 años en la Península Ibérica, pueden haber sido creadas por niños como juguetes.
Estos hallazgos, publicados en Scientific Reports, pueden proporcionar información sobre cómo los niños usaban artefactos en las antiguas sociedades europeas.
Se han encontrado alrededor de 4.000 placas de pizarra grabadas que se asemejan a búhos, con dos círculos grabados para los ojos y un cuerpo delineado debajo y que datan de la Edad del Cobre hace entre 5.500 y 4.750 años, en tumbas y fosas en excavaciones del suroeste la Península Ibérica. Se ha especulado que estas placas de búho pueden haber tenido un significado ritual y representar deidades o muertos.
Ahora, un equipo liderado por Juan J. Negro, del Departamento de Ecología Evolutiva en la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y sus colegas reexaminaron esta interpretación y sugieren, en cambio, que estas placas de búho pueden haber sido elaboradas por niños basándose en especies de búhos regionales, y pueden haber sido utilizadas como muñecas, juguetes o amuletos.
Los autores evaluaron 100 placas y las calificaron (en una escala de uno a seis) en función de la cantidad de seis rasgos de búho que mostraban, incluidos dos ojos, mechones de plumas, plumas estampadas, un disco facial plano, un pico y alas. Los autores compararon estas placas con 100 imágenes modernas de búhos dibujadas por niños de 4 a 13 años y observaron muchas similitudes entre las representaciones de los búhos. Los dibujos de búhos se parecían más a los búhos a medida que los niños envejecían y se volvían más hábiles.
Los autores observan la presencia de dos pequeños agujeros en la parte superior de muchas placas. Estos agujeros parecen poco prácticos para pasar un cordón para colgar la placa, y carecen de las marcas de desgaste esperadas si este fuera su uso. En cambio, especulan que podrían insertarse plumas a través de los agujeros para parecerse a los mechones en las cabezas de algunas especies de búhos regionales, como el búho chico (Asio otus).
Los autores proponen que, en lugar de ser talladas por hábiles artesanos para su uso en rituales, muchas de las placas de búhos fueron creadas por niños y se parecían más a los búhos a medida que aumentaban las habilidades de tallado de los niños. Pueden representar un vistazo a los comportamientos infantiles en las sociedades de la Edad del Cobre.