Asesinan en Irán a hombre que celebró la derrota del país frente a EEUU en el Mundial
Un iraní fue asesinado a tiros por las fuerzas de seguridad después de celebrar la eliminación de su país ante Estados Unidos en el Mundial de fútbol, dijeron el miércoles grupos de derechos humanos.
Irán fue eliminado por Estados Unidos en el torneo en Catar el martes por la noche, generando distintas reacciones entre partidarios y detractores del régimen iraní.
Mehran Samak, de 27 años, fue asesinado a tiros después de tocar la bocina de su automóvil en Bandar Anzali, una ciudad en la costa del Mar Caspio, al noroeste de Teherán, dijeron grupos de derechos humanos.
Samak "fue un objetivo deliberado y le dispararon a la cabeza las fuerzas de seguridad (...) tras la derrota de la selección nacional contra Estados Unidos", dijo el grupo Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
El Centro para los Derechos Humanos en Irán (CHRI), con sede en Nueva York, también informó que las fuerzas de seguridad lo habían asesinado por celebrar la derrota y publicó un video de su funeral en Teherán el miércoles en el que se podía escuchar a la gente gritando "¡Muerte al dictador!".
El centrocampista de la selección iraní Saeid Ezatolahi, que jugó el partido contra Estados Unidos y es oriundo de la ciudad donde se produjo el asesinato, aseguró que conocía a Samak y publicó una foto de los dos en el mismo equipo de fútbol cuando eran adolescentes.
"Tras la derrota amarga de la pasada noche, la noticia de tu muerte incendió mi corazón", afirmó Ezatolahi en un mensaje en Instagram, en que se refirió a Samak como un "compañero de infancia".
"Llegará un día en que las máscaras caerán y se descubrirá la verdad. No es lo que nuestros jóvenes merecen, esto no es lo que nuestra nación merece", añadió el futbolista en su mensaje.
Irán es escenario de protestas desencadenadas por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, una kurda iraní detenida tres días antes por la policía por violar el código de vestimenta del país que exige el uso del velo en público.
Al menos 448 personas, entre ellas 60 menores de edad, murieron a causa de la represión de las fuerzas de seguridad, según un balance del IHR.