Cerámica de Quinchamalí de Chile ingresa a lista de Salvaguardia Urgente de Unesco
La cerámica negra que se fábrica en los poblados chilenos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, cuya materia prima está en peligro de desaparecer por la explotación forestal, fue incluida este martes en la lista de Salvaguardia Urgente de la Unesco.
El anuncio fue realizado en el marco del encuentro del Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que se realiza hasta el 4 de diciembre en Rabat, Marruecos.
El patrimonio cultural inmaterial, o "patrimonio vivo", es una herencia "de nuestros antepasados" que comprende tradiciones orales, rituales, prácticas sociales, etc, señala la Unesco.
Al menos seis generaciones de alfareros se han dedicado a la elaboración de esta cerámica en estas dos pequeñas localidades rurales -de no más de 2.000 habitantes- de la región del Ñuble, en el centro de Chile.
Estos artesanos -en su mayoría mujeres- solicitaron en 2020 al gobierno ingresar a esta lista de la Unesco, cuyo fin es concitar atención y apoyo internacional para resguardar el patrimonio cultural inmaterial cuya viabilidad corre peligro.
"Ingresar a la lista de Salvaguardia Urgente significa que vamos a poder perdurar con la tradición de la cerámica de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca pero también me permite asegurar mi futuro como alfarera", dijo a la AFP, Nayadet Núñez de 31 años.
Los alfareros piden que se proteja la greda o arcilla con la que elaboran sus obras y que extraen solo en la época de verano de yacimientos que han sido afectadas por la llegada de empresas forestales.
"Las madereras han explotado los yacimientos de greda plantando árboles de pino o eucalipto. Han ido contaminando nuestra greda", aseveró Núñez.
"Pedimos ingresar a la lista de la Unesco para que el Estado se haga cargo y proteja nuestros recursos naturales que se están viendo afectado por las forestales. Nuestros recursos ya son escasos", agregó.
Ceramicas teñidas
Las cerámicas se elaboran con dos tipos de greda: una gris y otra marrón que se amasan y mezclan con tierra amarilla y luego son cocidas al fuego.
La característica más llamativa de estas cerámicas son el color negro, que se obtiene gracias a un proceso de teñido con humo.
Antes de pasar por el fuego, se les realizan diseños de bajo relieve con una aguja o un trozo de lata que luego son pintados con una arena blanca de la zona.
El ingreso a la lista permite acceder a financiamientos del Fondo del Patrimonio Inmaterial de la Unesco para el resguardo.
Cuenta también con el reconocimiento de la comunidad internacional como prácticas culturales importantes para las comunidades que las llevan a cabo y para la humanidad en su conjunto.
Para ingresar a la lista, el gobierno chileno presentó un plan estratégico a la Unesco con el fin de generar acciones concretas e integrales que resguarden y potencien el desarrollo esta tradicional artesanía.