Un año de prisión para periodista tunecino por negarse a revelar fuentes
La Sala Penal de lucha contra el terrorismo del Tribunal de Primera Instancia de Túnez condenó ayer martes a un año de prisión al periodista tunecino, Jalifa Guesmi, por negarse a revelar sus fuentes de una información sobre el desmantelamiento de una presunta célula yihadista.
El abogado defensor interpondrá este miércoles un recurso de apelación a la sentencia, informó la radio privada "Mosaïque FM", medio para el que trabaja Guesmi como corresponsal local en la provincia de Kairuán, en el centro del país. El Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT) alertó de que la posición del poder judicial sobre este tema supone "un indicativo hacia la libertad del trabajo periodístico y sus garantías, incluida la protección de las fuentes, la libertad de publicación y la libertad de expresión, y su adhesión a su papel como garante de derechos y libertades". Guesmi estuvo detenido una semana el pasado mes de marzo tras la publicación de un artículo relativo al arresto de sospechosos de terrorismo en la gobernación de Kairouan. Otros dos compañeros periodistas fueron también interrogados por la unidad nacional de investigación de crímenes terroristas y posteriormente puestos en libertad. El SNJT ha denunciado intentos para "amordazar la libertad de prensa" así como "intimidación de periodistas" desde que el presidente de la República, Kais Said, decretase el Estado de excepción en julio de 2021 y se arrogara plenos poderes. En septiembre Said aprobó un nuevo decreto ley sobre crímenes cibernéticos que tipifica como delito producir, propagar, difundir o enviar noticias, rumores, datos o documentos falsos, penados con hasta cinco años de cárcel y una multa de 50.000 dinares (equivalente a 15.000 euros) Según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Túnez cayó 21 posiciones en la clasificación mundial de libertad de prensa, uno de los grandes logros de la revolución de 2011, hasta situarse en el puesto 94 de un total de 180 países.