Pánico y rabia en el nordeste de Siria tras los bombardeos turcos
Las calles estaban prácticamente desiertas este domingo en la ciudad siria de Al Malikiya, en el nordeste de Siria, tras haber sufrido una noche de pesadilla a causa de los bombardeos del ejército turco contra las regiones kurdas del norte y nordeste.
Pocas horas después de esos bombardeos, que provocaron unos 30 muertos, todas las tiendas de Al Malikiya estaban cerradas y apenas había un puñado de transeúntes.
Decenas de personas se concentraron brevemente para denunciar los bombardeos turcos y expresar su decepción respecto a Estados Unidos.
"América es la socia de (el presidente turco Recep Tayyip) Erdogan, cuyas manos están manchadas con la sangre de nuestros mártires. América hubiera podido impedir el asesinato de nuestros combatientes que pagaron con su sangre para protegernos", dijo una manifestante, que no quiso dar su nombre, a una corresponsal de la AFP.
"Muerte a América", gritaba esta mujer, reproduciendo un eslogan habitual en una zona en que soldados estadounidenses forman parte de la coalición internacional que combate al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Los manifestantes ondearon banderas kurdas y fotografías del líder rebelde kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado en Turquía.
"¿Adónde vamos a huir?"
Turquía inició este fin de semana la operación militar, bautizada "Operación Garra-Espada", en el norte de Siria y de Irak.
Tuvo como objetivo aquellas regiones, con una mayoría de población kurda, gobernadas por el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) y otras formaciones afines, a las que acusa de servir como base de "terroristas".
El ejército turco ya había efectuado entre 2016 y 2019 tres importantes operaciones militares en el norte de Siria contra milicias y grupos kurdos.
Entonces, Mohamed Rajab, de 65 años, tuvo que abandonar la localidad de Afrín, controlada por el ejército turco y grupos afines, y se refugió en Al Malakiya.
Sin embargo, ahora "¿adónde podemos huir?", se pregunta este ciudadano kurdo de Siria.
"No tenemos ningún lugar donde ir", lamenta Rajab, quien afirma volver a sentir "el mismo miedo que cuando escuchábamos el ruido de los aviones y los bombardeos".
Temor en Kobané
No obstante, los bombardeos de este fin de semana no resultaron una sorpresa para los habitantes del norte de Siria, quienes temían que el ejército turco hiciera realidad sus amenazas contra el PKK.
Estos temores se acentuaron tras el atentado del 13 de noviembre en Estambul, en que murieron seis personas y que fue organizado, según las autoridades turcas, por los combatientes del PKK y sus aliados.
Una preocupación compartida por los kurdos de Kobané. "Tememos por nuestros niños y nuestras familias. No sabemos adónde ir", declaró a la AFP Bozan Ahmed, habitante de esta localidad del norte de Siria.
Algunos habitantes de esta ciudad, situada a pocos kilómetros de la frontera con Turquía, se escondieron en refugios subterráneos, mientras que otros huyeron.
Kobané se convirtió en 2015 en un símbolo de la resistencia kurda gracias a la victoria de los milicianos de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) contra los yihadistas del EI.