Eslovenia elige por primera vez a una mujer como presidenta
La abogada Natasa Pirc Musar ha sido elegida este domingo presidenta del país con un 53,97 por ciento de los votos en la segunda vuelta de las elecciones, según datos oficiales de la Comisión Electoral eslovena, citados por la televisión pública RTV Slo.
Su rival, Anze Logar, antiguo aliado del que fuera primer ministro derechista Janez Jansa y ex ministro de Exteriores, ha logrado finalmente un 46,03 por ciento de apoyo. Todavía quedan votos por escrutar, pero ya no hay opción matemática de que cambie el resultado.
Logar ha felicitado ya "sinceramente" a Pirc Musar y se ha mostrado seguro de que será la presidenta de todos los eslovenos. Ha agradecido los votos recibidos y ha hecho un llamamiento a la unidad y la cooperación.
Pirc Musar sucederá al presidente Borut Pahor durante los cinco próximos años y se convierte así en la primera jefa de Estado del país. La toma de posesión está prevista para el 22 de diciembre. Pirc Musar también ha sido jefa del organismo de control de la Información de Eslovenia y ha abogado en campaña por los derechos LGBTQ.
En su práctica legal, Pirc Musar, de 54 años, ha trabajado para la ex primera dama estadounidense Melania Trump, nacida en Eslovenia y con ciudadanía allí, cuando demandó a un tabloide en un caso de difamación que se resolvió por un montante no revelado. Pirc Musa también formó parte del equipo contratado para proteger los intereses legales y de marca registrada de Melania Trump.
La victoria de Pirc Musar prolonga la cadena ininterrumpida de victorias presidenciales de candidatos de izquierda que se remonta a la formación del estado balcánico en 1991. También supone un refuerzo par el primer ministro Robert Golob, quien asumió el poder después de las elecciones generales de este año con la promesa de revertir los cambios radicales impulsados por Janez Jansa, quien otorgó a sus aliados una mayor influencia en los tribunales y los medios estatales.
Si bien el presidente es comandante en jefe del Ejército y propone jueces constitucionales, gobernadores de bancos centrales y diplomáticos de alto rango, el papel es en gran parte ceremonial. La mayoría de las decisiones son tomadas en última instancia por el primer ministro y su gabinete y aprobadas por el Parlamento.