Vargas Llosa y otros 14 Nobel piden amnistía de presos egipcios antes de COP27

Quince laureados del Premio Nobel de Literatura, entre ellos Mario Vargas Llosa, Annie Ernaux y Svetlana Alexievich, pidieron a través de una carta abierta al presidente del Consejo de la Unión Europea (UE), Charles Michel, que incluyera en su agenda la liberación de presos políticos en Egipto. "Le urgimos a aprovechar la oportunidad que se encuentra en sus manos para ayudar a los más vulnerables, los apresados y olvidados, especialmente en el país que tiene el privilegio de acogerle", escribieron los autores, que enmarcaron su reclamación en la COP27 que se celebrará en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij para abordar la crisis climática. La petición pone el foco en la situación del reconocido activista egipcio Alaa Abdelfatah, encarcelado en Egipto por diferentes mensajes críticos contra el Gobierno egipcio y que lleva en huelga de hambre desde hace seis meses. Además, la familia de Abdelfatah anunció ayer, lunes, que el activista dejará de beber agua a partir del 6 de noviembre, coincidiendo con el inicio de la COP27. Los premiados apuntaron que la transición no solo es cuestión de reducir las emisiones, sino de "reconstruir también el statu quo alejado de la explotación y la coacción" y se preguntaron por el futuro que se discutirá en la COP si no se trata también la cuestión de los presos más vulnerables. "Como laureados Nobel, creemos en el poder transformador de las palabras y necesitamos defenderlas si estas son para construir un futuro más justo y sostenible", recoge la carta, en la que también remarcaron la importancia de defender la democracia, la transparencia y la participación ciudadana frente a autoritarismos. "Si lo único que nos une es la amenaza, entonces cada uno se moverá para defender sus intereses, pero si reunimos alrededor de una esperanza en un futuro mejor, un futuro donde ponemos una poner fin a todas las formas de desigualdad, esta conciencia global se transformará en energía", escribió Abdelfatah, en 2019. La ONU y diferentes ONG han criticado que Egipto acoja la COP por su historial de derechos humanos, ya que el país de los faraones tiene encerrados a miles de presos políticos.