Haití

Se duplican casos de cólera en Haití

La ONU expresó precupación por el avance del cólera en Haití y las dificultades para asistir a infectados. / afp

La ONU mostró su preocupación este martes por el “aumento neto” de los casos de cólera en Haití, que registró casi el doble casos sospechosos en solo unos días.

“Hasta hace solo unos días, el aumento de casos de cólera era progresivo, pero ahora vemos un aumento neto inquietante, entonces la situación se vuelve más complicada”, escribió en un blog publicado el martes la coordinadora humanitaria de la ONU en el país, Ulrika Richardson.

La enfermedad, aunque mortal, es “evitable y tratable”, por lo que “hay que actuar sin demora”, agregó Richardson al saludar la “rápida y decisiva” respuesta de las autoridades y de las oenegés pese al caos generado por el bloqueo de la principal terminal petrolera por parte de las pandillas desde hace un mes.

Situación actual

“Según el ministerio haitiano de Salud, el número de casos sospechosos casi se duplicó entre el 20 y el 23 de octubre, pasando de unos 1.000 a cerca de 2.000”, precisó en rueda de prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Niños más golpeados

“Según Unicef, los niños de menos de 14 años representan cerca de la mitad de los casos sospechosos”, agregó al destacar que la escasez de combustibles hace “mucho más difícil” el trabajo del personal humanitario.

Mientras que la falta de combustibles interrumpe la distribución de agua potable, clave en el tratamiento de la enfermedad, Unicef comenzó a distribuir agua potable a cerca de mil personas en Cité Soleil, uno de los barrios “epicentro” de este nuevo brote de cólera, indicó Dujarric.

Ulrika Richardson, que ha visitado varios centros médicos en los barrios más afectados en Puerto Príncipe, describe “escenas desgarradoras” donde hay “niños tan desnutridos que era muy difícil insertar una infusión en sus brazos o sus piernas; y adultos realmente enfermos”.

El cólera volvió a Haití a inicios de octubre, luego de tres años de respiro.

Esta enfermedad fue introducida por Cascos Azules en 2010 y la epidemia causó estragos hasta 2019 con más de 10.000 muertos.