Salud

Los consejos de la influencer y terapeuta Emma Ailín García

La terapeuta argentina Emma Ailín García, aconseja que lo necesario para sanar profundamente es tomar la decisión de cambiar y dejar ir las culpas del pasado.

Emma, con un amor por lo que hace y dedica su vida al servicio de los demás, se posiciona como en sus redes sociales con una propuesta que promueve el bienestar personal.

Y es que para Emma Ailín García reflejar su ser no es un gran trabajo, por el contrario, disfruta inspirar a otros a conectar con su ser espiritual. Hacer la diferencia la motiva en todos sus sentidos, Emma es una joven sensible que transmite paz a dónde quiera que vaya.

Su labor como terapeuta espiritual, se lo toma muy en serio, desde que tomó la decisión de inspirar a otros a sanar sus heridas, se siente más compenetrada con su centro; además es todo un privilegio para ella, ser parte del proceso de sanación de alguien, en más de una oportunidad, asegura que muchas de las personas que asisten a sus sesiones salen con un aura más liviana y no pueden esconder su alegría.

"Cada vez que veo sus gestos al terminar una sesión, me doy cuenta de que los milagros sí existen y se dan cuando hay amor, compasión y fe".

La también conferencista expresa que el primer paso para sanar es perdonar las decisiones del pasado, enmendar aquello que necesite ser enmendado y comenzar a disfrutar de las personas que están presente aportando luz en tu vida.

Emma Ailín García desde su niñez sabía que era diferente, pero, no fue hasta su adultez cuando se atrevió a revelar su verdadera identidad, salir de su zona de confort y aventurarse al viaje que transformaría completamente su destino.

Cambio de perspectiva

La joven oriunda de la Argentina tuvo que atravesar por distintos procesos que forjaron su carácter y la motivaron a salir adelante en función de sus sueños.

Amar con todo el corazón y ver maravillas en la simpleza la ayudan a irradiar felicidad a todo aquel que la conoce. Emma afirma que sanar no se trata de eliminar las malas energías, sino, más bien, de no asumirlas como propias, no dejar que afecten tu espacio personal o los ámbitos sociales que frecuentas.

La terapeuta espiritual, centra sus energías en trabajar en sí misma a través de la meditación, ella misma, se hace sanaciones y se coloca protecciones, además se toma el tiempo para analizar cada pensamiento que viene a su mente, indagar en su origen para evitar identificarse con ellos.