Europa

Maquinista vuelve a pedir perdón por accidente que dejó 80 muertos en España en 2013

El suceso ocurrió en julio de 2013, cuando el tren iba a entrar en la ciudad y tomó una curva a una velocidad de 191 km/h, el doble de lo permitido

El maquinista del Alvia que descarriló en Santiago, Francisco José Garzón Amo (i), este miércoles durante el primer día del juicio del accidente. Delante de él se sienta, también en el banquillo de los acusados, el ex jefe de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte. EFE

EFESantiago de Compostela, España

Nueve años después del accidente ferroviario que causó ochenta muertos y casi 150 heridos en Santiago de Compostela (noroeste) comenzó este miércoles el juicio para dilucidar las responsabilidades en la tragedia.

El suceso ocurrió en julio de 2013, cuando el tren iba a entrar en la ciudad y tomó una curva a una velocidad de 191 km/h, el doble de lo permitido, lo que provocó uno de las mayores catástrofes ferroviarias en la historia de España.

Después de una larga instrucción, hay dos únicos acusados, el maquinista, Francisco José Garzón Amo, y un excargo de la empresa pública responsable del mantenimiento de la infraestructura ferroviaria (Adif), Andrés Cortabitarte, responsable de la seguridad en la circulación.

Se les imputan ocho decenas de fallecimientos por imprudencia grave profesional, 145 lesiones por el mismo motivo y un delito de daños, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

El Ministerio Fiscal solicita para cada uno de ellos cuatro años de prisión y demanda la inhabilitación del maquinista para su oficio durante el tiempo de la condena, y la del cargo de Adif para cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en este tipo de infraestructuras.

Y como responsabilidad civil se reclaman más de 57 millones de euros.

La jueza encargada del caso admitió hoy como "prueba de parte" el vídeo aportado recientemente por la defensa de Adif, que busca atribuir determinados errores al maquinista del tren, pese a que tanto la defensa de este como la mayoría de los abogados de las víctimas pidieron la impugnación de esta prueba, que califican como "montaje".

Este juicio, uno de los más esperados de la historia de España, con más de un centenar de personados, tuvo un comienzo normal, pese a la tensión lógica existente entre las víctimas, que piden justicia y que se materializó con insultos e incluso un golpe en la cabeza al exdirectivo de Adif acusado, tras la sesión.

La Plataforma de víctimas del Alvia (en referencia al nombre del tren siniestrado) encara este proceso con "muchísimo dolor" y "rabia", al considerar que faltan en el banquillo los que deberían responder de "decisiones y negligencias" sin las cuales aquella tragedia no hubiese ocurrido.

El abogado de esta Plataforma, Manuel Alonso Carezuelo, considera que si bien el maquinista "efectivamente" cometió un "error humano", al no reducir la velocidad para pasar por una curva por un despiste, "es mucho más grave" la conducta del responsable de la seguridad en Adif durante esas fechas, el otro encausado, ya que "conociendo que había un riesgo no hizo nada por evitarlo".

Las víctimas, que han peleado durante nueve años para que se celebre el juicio, insisten en que "una justicia lenta" no es justicia y afirman que si ha tardado tanto el comienzo de esta vista oral ello se debe, alegan los afectados, a los vaivenes de la fase instructora, con cambios de jueces y demora en la entrega de varios documentos.

La sesión de este miércoles se dedicó a resolver cuestiones previas y los días siguientes se llevará a cabo el interrogatorio de los encausados.

Dominicana en el tren

En ese tren viajaba una funcionaria dominicana que estaba en la región para participar en una reunión preparatoria de la Cumbre Iberoamericana que se celebraría entonces en Panamá.

Se trata de Rosalina Ynoa, quien se desempeñaba como directora de la Unidad de Análisis y Coordinación de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

Ynoa habría aprovechado la visita a España para ver a una hermana que residía en Santiago de Compostela y fue en el trayecto a donde su pariente que sucedió el fatídico accidente.