Álvaro Uribe: La socialdemocracia europea no es destructora, el socialismo del siglo XXI, sí
El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, dijo que espera que el apoyo que la comunidad internacional le ha dado a Haití lo ayude a salir de la crisis socio-económica que se ha intensificado en los últimos meses.
En una entrevista para Listín Diario, Uribe, quien fue presidente de Colombia en dos ocasiones (2002-2010), indicó que la seguridad debería ser un valor democrático.
Uribe estuvo de visita en el país como parte del Encuentro regional de Tecnología, Política y Economía: Los desafíos en América Latina y El Caribe.
A continuación las preguntas y respuestas:
P- ¿Qué reflexión hace sobre el vuelco a la izquierda que ha tenido Latinoamérica como en el caso de Chile, Argentina y Colombia?
R- Yo creo que el desapruebo en Chile dio una gran oportunidad de que haya un gobierno más parecido a la social democracia que al socialismo del siglo XXI. La social democracia europea no es destructora, el socialismo del siglo XXI en América Latina sí lo es.
Por ejemplo acaba de ocurrir la elección en Italia con Giorgia Meloni. Primero la estigmatizaron mucho de extrema derecha, después la entendieron y moderó, y creo que hay una cosa muy buena en Europa, huella de lo que surge que llaman allí derecha u otros que son de la izquierda finalmente son equidistantes al centro.
Si los gobiernos latinoamericanos fueran de matices y no de destrucción. a mí me parecería bien.
Yo creo profundamente como aquí lo dije en la seguridad como un valor democrático, una fuente de recursos en su expresión de seguridad física, jurídica y política.
Y en una gran empresa privada, pequeña, mediana, grande que tenga como resultado hacer sostenible las políticas sociales, pero cuando se espanta la empresa privada llega un momento en que se agotan los recursos y en lugar de disminuir la pobreza esos gobiernos lo que logran es aumentarla como se vivió en Venezuela , ojalá el desapruebo de Chile sirviera para que se hagan unos ajustes sin afectar la democracia. El desapruebo de Chile demostró que la democracia no tiene barajustes, pero sí requiere ajustes.
Vamos a ver lo de Colombia, ustedes saben cómo he procedido yo y esperamos… Yo mantengo siempre confianza en la gran democracia colombiana.
P- ¿Cuáles medidas usted recomendaría que se tomaran en Haití durante esta crisis?
R- Yo no soy capaz de referirme al tema gubernamental en Haití.
Me parece que la comunidad internacional no le ha negado apoyo a Haití. Ojalá el apoyo, la orientación, el apoyo económico y el apoyo político le ayude a Haití a salir adelante.
P-¿Cómo entiende que deben ser las relaciones entre Colombia y Venezuela, a propósito de la reapertura de la frontera entre ambos países?
R- Colombia, por ejemplo hablo del gobierno en el que yo presidí nunca cerró la frontera. Nosotros reclamamos por la presencia autorizada por el gobierno de Venezuela de grupos terroristas de Colombia en Venezuela y también hay algo que trasciende, el principio de libre autonomía de los pueblos que es la corresponsabilidad democrática.
La Carta de las Américas no solamente le exige a los países signatarios cumplir con los preceptos democráticos al interior, sino exigir que los otros cumplieran.
Cuál fue nuestra crítica: Por qué toleran el terrorismo narcotraficante en Venezuela, por qué violan los principios democráticos, cuya obligación emana de la carta de las Américas.
Y sí quiero dejar a través de ustedes, del Listín Diario, esta reflexión, Venezuela acabó con la empresa privada, con las libertades y la pobreza saltó del 40 a más del 90 y hoy quieren regresar a la empresa privada y están invitando a empresas a que retomen sus antiguas propiedades y a otros a que siembren una cosa y la otra. ¿Será que funciona eso en un régimen con terroristas que quieren imitar a China? Entonces qué pasará con las libertades y con esa tolerancia al terrorismo.
En síntesis, perdieron 24 años, fracasaron y ahora quieren intentar regresar a la empresa privada pero, ¿hay las condiciones?
Uno no sabría. Las mejores condiciones para la empresa privada reposan en el respeto a los principios democráticos.