La fuga de Nord Stream desata un desastre medioambiental sobre el mar Báltico
La mayor fuga de metano conocida hasta la fecha se produjo en el cañón de Aliso, en Los Angeles (Estados Unidos), y supuso en 2015 el escape a la atmósfera de unas 97.100 toneladas de metano

Mar Báltico tras fuga de Nordstream. Foto AP.
La piscina humeante de gas metano en el mar Báltico, fruto de un supuesto sabotaje en los gasoductos Nord Stream, amenaza con desencadenar un desastre medioambiental, como han comenzado a advertir ya expertos científicos y organizaciones ecologistas.
El metano está considerado como un emisor clave de gases de efecto invernadero, por lo que la comunidad científica se esfuerza por hacer algún tipo de previsión sobre los efectos de la triple fuga en el Nord Stream 1 y el Nord Stream 2. Ambas tuberías contienen gas a presión, pese a no estar actualmente en funcionamiento.
El científico David McCabe, experto de la organización Clean Air Task, advierte de que, a 20 años vista, "una tonelada de metano tiene un impacto climático que es más de 80 veces superior que el dióxido de carbono", lo que hace que la fuga actual sea "muy preocupante", según la agencia Bloomberg.
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