Puerto Rico trata de llegar a zonas aisladas por el huracán Fiona
Al menos seis municipios de la isla tenían zonas aisladas tras el paso de la tormenta, estimó Nino Correa, comisionado de la agencia local de gestión de emergencias
El huracán Fiona dejó a docenas de familias aisladas en Puerto Rico tras destrozar carreteras y puentes, y las autoridades seguían tratando de llegar a esas zonas a cuatro días del paso del paso del meteoro por el territorio estadounidense, donde causó inundaciones históricas.
Por el momento, los funcionarios gubernamentales están trabajando con grupos religiosos, con ONGs y con otras personas que desafían los deslaves, el lodo espeso y el asfalto quebrado para llevar a pie comida, agua y medicamentos a quienes más lo necesitan, pero están bajo presión para despejar caminos que permitan la llegada de vehículos a las zonas aisladas pronto.
Al menos seis municipios de la isla tenían zonas aisladas tras el paso de la tormenta, estimó Nino Correa, comisionado de la agencia local de gestión de emergencias. Fiona tocó tierra en la isla como un huracán de categoría 1, pero el miércoles alcanzó la 4 en su avance hacia Bermudas.
Manuel Veguilla no ha podido salir de su vecindario, en la localidad montañosa de Caguas, en el norte de la isla, desde la llegada de Fiona el domingo.
“Estamos todos incomunicados”, afirmó agregando que estaba preocupado por los vecinos de más edad, incluyendo su hermano mayor, que no fuerzas para la larga caminata hasta la comunidad más cercana.
Veguilla escuchó que los funcionarios municipales podrían abrir un camino el jueves, pero dudó que fuese a ocurrir porque indicó que en un puente cercano y en sus inmediaciones había rocas de gran tamaño.
Los vecinos han compartido los alimentos y el agua que han dejado las ONG, y el hijo de una anciana pudo llevarles suministros básicos a pie el miércoles, agregó.
Según Veguilla, con María, un huracán de categoría 4 que dejó casi 3.000 muertos hace cinco años, él y otros echaron mano de picos y palas para retirar los escombros. Pero Fiona fue diferente y causó enormes deslaves.
“Los peñones no me los puedo echar al hombro”, indicó.
Como cientos de puertorriqueños, Veguilla se quedó sin agua corriente y electricidad, pero dijo que en las inmediaciones había una fuente de agua natural.
Fiona causó un apagón generalizado en toda la isla cuando azotó el suroeste de Puerto Rico, que trataba de recuperarse de los fuertes sismos que registró en los últimos años. Alrededor del 70% de los 1,47 millones de usuarios seguían sin corriente tres días después, en medio de una alerta por temperaturas extremas emitida por el Servicio Nacional de Meteorología. Casi el 40% de los clientes, o más medio millón, tampoco tenían agua.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, por su parte, envió cientos de operarios adicionales para ayudar a los funcionarios locales, mientras el gobierno federal aprobó una declaración de desastre mayor y decretó una emergencia de salud pública en la isla.
Ni las autoridades locales ni el gobierno federal estimaron el costo de los daños causados por Fiona en un territorio que intenta recuperarse de un meteoro que llegó a arrojar más de 76 centímetros (30 pulgadas) de lluvia en algunas zonas. Más de 1.000 personas seguían en albergues.
“Nuestros corazones están con el pueblo de Puerto Rico que tanto ha sufrido en los dos últimos años”, dijo Kieserman, vicepresidente de operaciones y logística de Cruz Roja.
Después de Puerto Rico, Fiona azotó República Dominicana y pasó por las Islas Turcas y Caicos luego de ganar fuerza y convertirse en un huracán de categoría 4. Las autoridades del país reportaron daños leves y no registraron decesos, aunque el vórtice de la tormenta pasó cerca de Gran Turca, la pequeña isla capital del territorio británico, el martes.
“Dios ha sido bueno con nosotros y nos ha mantenido a salvo durante este periodo en el que podríamos haber tenido un resultado mucho peor”, indicó la vicegobernadora, Anya Williams.
Se espera que Fiona pase cerca de Bermudas a primera hora del viernes y azote el extremo oriental de Canadá a primera hora del sábado, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).
Fiona tenía vientos máximos sostenidos de 215 km/h (130 mph) el miércoles en la noche, de acuerdo con el NHC. Se ubicaba a 885 kilómetros (550 millas) al suroeste de Bermudas y avanzaba en dirección norte a 17 km/h (10 mph), agregó.