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El Salvador amplía el estado de emergencia

Un manifestante en silla de ruedas levanta una imagen del asesinado Monseñor Oscar Arnulfo Romero (1917-1980), durante una protesta frente a la Asamblea Legislativa en San Salvador, el martes 16 de agosto de 2022. AP

A petición del presidente salvadoreño Nayib Bukele, el Congreso aprobó el martes una quinta prorroga al régimen de excepción para continuar con el combate a las maras o pandillas, a las que ahora se les persigue en áreas rurales donde han buscado refugio.

Las autoridades responsabilizan a las pandillas de la mayoría de los crímenes que se registran en el país centroamericano. “Hemos impactado fuertemente a las estructuras terroristas, estamos finalizando la cuarta prórroga y hemos sido testigos de cómo los salvadoreños lograron disfrutar de las vacaciones más seguras de la historia”, dijo el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, al presentar la solicitud de prórroga por otros 30 días.

Reconoció que hace falta trabajo que hacer en el tema de seguridad y prometió que harán todo lo necesario “para garantizar a la población honrada que todos estos 50.000 terroristas y los que faltan, no vuelvan a salir a la calle”.

La prorroga se aprobó con los votos de 66 de los 84 diputados del Congreso unicameral. Más temprano, un grupo de personas se concentró en las proximidades del Congreso para demandar la libertad de sus familiares encarcelados durante el estado de excepción, vigente desde fines de marzo.

Con pancartas y mensajes al presidente Bukele y los diputados, exigieron la libertad de las que llamaron “víctimas del régimen” e intentaron ingresar al recinto legislativo para presentar un pliego de demandas, pero fuerzas de choque de la policía montaron barricadas con púas y les cerraron el paso. No se registraron incidentes.

Después de que el 26 de marzo se reportaran 62 homicidios, un nivel de criminalidad que no se había visto en El Salvador en mucho tiempo, el Congreso aprobó el estado de excepción que limita la libertad de asociación, suspende el derecho de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y motivos de arresto, así como la asistencia de un abogado. Además, amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención preventiva y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y los celulares de quienes consideren sospechosos.

El régimen se extendió por última vez el 19 de julio y entró en vigencia dos días después. “A mi esposo lo fueron a sacar de la casa y él no es delincuente... no tiene antecedentes penales, no está manchado y se lo llevaron porque le pusieron el dedo (denunciaron) de colaborar con las pandillas”, dijo a The Associated Press Virginia Guadalupe Solano López, de 25 años.

A su marido, José Alfredo Vega, de 26 años, lo arrestaron la noche del 27 de marzo cuando descansaba en su casa junto a su esposa y su hija de cuatro años en el cantón Sisiguayo del municipio de Jiquilisco, en el departamento de Usulután en el oriente del país.

Violaciones. organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron reiteradas irregularidades, entre ellas, detenciones arbitrarias y violaciones al debido proceso.

Extorsiones. El sector del transporte público se ha beneficiado enormemente y “las extorsiones de pandille