Muere expresidente filipino Fidel Ramos a los 94 años
La delegación de la Unión Europea en Filipinas expresó sus condolencias, describiendo al fallecido como un "dedicado estadista" y un "pilar de la democracia"
El expresidente filipino Fidel Ramos, que dirigió el país durante un excepcional período de crecimiento y paz, falleció este domingo a los 94 años, según informó su familia.
Este militar de carrera fue presidente entre 1992 y 1998. Por el momento no se divulgaron las causas de su fallecimiento.
La delegación de la Unión Europea en Filipinas expresó sus condolencias, describiendo al fallecido como un "dedicado estadista" y un "pilar de la democracia".
Ramos fue el primer protestante en ocupar el cargo más alto del país, predominantemente católico, a pesar de la oposición de algunos miembros de la iglesia.
Conocido por su actitud imperturbable en tiempos de crisis, no era raro verle masticar puros en público con aire lacónico.
Fidel Ramos dirigió una decidida campaña de planificación familiar para frenar el rápido crecimiento de la población.
Resolvió una importante crisis energética provocada por años de falta de inversión en energía.
También desarticuló los cárteles de los sectores de las telecomunicaciones, la aviación y el transporte marítimo, abriendo un periodo de crecimiento.
Asimismo, fue uno de los primeros partidarios de alto perfil de Rodrigo Duterte cuando este último se presentó a la presidencia en 2016.
Tras la aplastante victoria de Duterte, Ramos fue nombrado enviado especial del presidente a Pekín para aliviar las tensiones por cuestiones de soberanía en el mar de China Meridional.
Pero su relación se deterioró rápidamente y criticó públicamente la retórica de Duterte, su alejamiento de la alianza con Estados Unidos y su campaña antidroga que ha matado a miles de personas.
Al igual que otros altos cargos de su generación, Fidel Ramos desempeñó un papel en la dictadura de Ferdinand Marcos, durante la cual miles de personas fueron asesinadas y otras tantas encarceladas arbitrariamente.
Sin embargo, no dudó, por convicción democrática, en volverse contra él para llevar a Cory Aquino al poder en 1986.