Haití

Extraditan a EE.UU. a principal proveedor de armas de la banda haitiana 400 Mawozo

Se trata de Maxony Germinal

Imagen ilustrativa. Foto: Listín Diario.

Las autoridades haitianas extraditaron a Estados Unidos al principal proveedor de armas de la banda armada 400 Mawozo y cómplice en el secuestro, en octubre de 2021, de un grupo de misioneros norteamericanos, informó este domingo la Policía Nacional de Haití (PNH).

Se trata de Maxony Germinal, extraditado el sábado por las autoridades haitianas tras ser detenido por la Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ) el 26 de abril en Malpasse, cuando se disponía a cruzar la frontera con República Dominicana por vía terrestre, señala un comunicado de prensa.

Germinal es el segundo miembro de este grupo armado que Haití entrega a Estados Unidos, después de que el pasado mayo las autoridades haitianas extraditaran a Germine Joly, alias Yonyon, uno de los líderes de los 400 Mawozo.

Yonyon fue requerido por las autoridades judiciales del Distrito de Columbia, que lo acusa de contrabando de armas de guerra y de secuestro de ciudadanos estadounidenses, entre otros cargos, según informó la Policía Nacional de Haití en un comunicado.

Los 400 Mawozo, una de las más poderosas del área metropolitana de Puerto Príncipe, secuestró el 16 de octubre de 2021 a un grupo de 16 ciudadanos de Estados Unidos y 1 de Canadá, incluyendo 5 niños, pertenecientes a una congregación religiosa.

El rapto de los misioneros se perpetró en la barriada de Croix-des-Bouquets, en las afueras de Puerto Príncipe, cuando se desplazaban en un autobús después de visitar un orfanato en la zona de Ganthier, cerca de la capital haitiana.

En Haití han surgido hasta 200 pandillas que suman más de 3,000 "soldados", y aproximadamente la mitad de estos grupos se encuentran en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

Unas cuarenta bandas son de alto calibre, las demás son principalmente pequeñas bases repartidas por la capital y el resto del país, donde este tipo de estructuras armadas no formales operan desde hace más de 20 años y que han ido incrementando su poder.

La OCHA calcula que alrededor de 1.5 millones de personas, casi el 50 % de la población de la capital, están directamente afectadas por la violencia, con restricciones a la libertad de movimientos y al acceso a los servicios básicos.